El Senado discute reformas para que la Clave Única de Registro de Población (CURP) no sólo lleve datos personales, sino que se le incluya una foto y la huella del portador, lo que ha generado que organizaciones no gubernamentales se pronuncien en contra de estas modificaciones, pues señalan que podría traer consecuencias como extorsiones, secuestros y suplantación de identidad.
En entrevista con Forbes México, Grecia Macías, integrante de la organización Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), explicó que el hecho de que el gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación, tenga la información biométrica de los mexicanos pone en riesgo los datos de los habitantes del país, ya que puede haber filtración o robo de éstos al no existir una política de seguridad informática.
“No existe la política de seguridad informática consciente dentro del gobierno. También, ¿qué clase de herramientas les estamos dando al mismo gobierno? Básicamente le das una lista con todos los datos de las personas mayores de 18 años, y a parte quieren usarlo para incluir personas menores de edad; eso es más complicado, porque qué pasa si se vulnera la base de datos de menores de edad o si se puede acceder igual de fácil que se puede hacer ahorita el CURP”, mencionó Macías al ser cuestionada si puede haber filtración de datos.
Al quedar vulnerables los datos de la población mexicana, enfatizó, podría causar que se cometan delitos, como secuestros, extorsiones y suplantación de identidad al quedar identificadas las personas a través de la CURP.
“La idea de una nueva cédula de identidad o en este caso le dicen CURP con foto es complicado y puede tener distintos riesgos, ¿cómo se van a manejar estos datos, qué pasa si hay alguna vulnerabilidad en la base de datos de maneje la Segob?”, cuestionó.
La activista señaló que esta reforma que expide una nueva Ley General de Población tiene riesgos para los derechos humanos de las personas, como la vigilancia masiva del Estado; además, dijo abre la puerta a que se recopilen datos biométricos y cuestionó su utilidad si ya existe como forma de identificación la credencial del elector.
“Para qué realmente necesitamos esta norma de identificación; ya tenemos el INE, ya tenemos otras formas de identificarnos. Pareciera ser que estamos haciendo las cosas al revés. Algunos dicen que así van a mejorar los trámites, y no. Los trámites son complicados porque las autoridades los han hecho complicados. En vez de hacer trámites más sencillos para que las personas puedan identificarse de distinta forma, nos están forzando a dar nuestros datos a una herramienta de vigilancia masiva”, aseveró Grecia Macías.