Por la represión de la marcha del Día de la Mujer (8M), el Movimiento Feminista de Zacatecas exigió la renuncia inmediata y la inhabilitación del secretario General de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza y del secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, así como del director de Seguridad Pública, Oswaldo Caldera Murillo.
También demandaron al gobernador David Monreal Ávila una disculpa pública y el compromiso de la reparación integral del daño, mediante una comisión especial que articule órganos autónomos de defensa y a las víctimas directas, para las que solicitaron medidas de protección.
Este sábado, en conferencia de prensa, representantes de las colectivas locales denunciaron que fueron policías de distintas corporaciones los que la tarde de este viernes participaron en lo que calificaron como “la maquinación de una emboscada”.
Al final de la manifestación por el Día Internacional de la Mujer, fuerzas de seguridad arremetieron contra quienes se encontraban en la Plaza de Armas, en la capital del estado, donde echaban gas a la cara, persiguieron, empujaron, golpearon y arrastraron a manifestantes, deteniendo a varias de ellas, incluidas dos reporteras.
Los elementos policiacos –hombres, en su mayoría, y mujeres– actuaron sin importar que en la explanada aún hubiera adultas mayores, mujeres con discapacidad, adolescentes y niñas y niños pequeños, además de periodistas que cubrían el evento.
Por ello, el Movimiento Feminista de Zacatecas demandó que también se sancione a los agentes que violaron los derechos humanos de las manifestantes. Recordaron que, desde antes de la marcha, hubo actos de intimidación y represión, luego de que Rodrigo Reyes advirtiera que habría supuestos grupos infiltrados y violencia.
Detallaron que en el helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), que sobrevolaba la zona durante la protesta, había francotiradores “que dieron el banderazo para que salieran motociclistas de policía que cargaban armas largas a fin de continuar la persecución de las asistentes y generar un ambiente de terrorismo de Estado”.
Agregaron que un día antes al 8M arribaron 400 elementos femeninos de la Guardia Nacional (GN) “para previsible intervenir” y que se hicieron revisiones arbitrarias a mujeres en operativos ilegales, en los que hubo robos de pertenencias.
Las feministas consideraron esta situación como resultado de una “ineptitud evidente, falta de capacitación y mala fe” de las autoridades gubernamentales y policiacas.
Las detenidas, denunciaron que sufrieron tortura física y psicológica por parte de elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Zacatecas (FRIZ): “nos catalogaron como delincuencia organizada al enviar a la FRIZ a la marcha para detenernos”.
En total, fueron 18 mujeres las detenidas al finalizar la marcha del 8M y que fueron trasladadas a la comandancia de la Policía Municipal de Zacatecas. A tres de ellas las liberaron después de algunos minutos, mientras que las demás fueron retenidas durante más de una hora. Dos fueron trasladas a un hospital por los golpes que recibieron.
En un comunicado, Maricela Dimas Reveles, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), anunció que se investigarán los hechos. Reprochó los actos de violencia durante la marcha del 8M y explicó que hubo acompañamiento de observadoras hasta los domicilios de las detenidas.
Nancy García, una las detenidas, dio su testimonio al salir de la comandancia: “Uno de los comandantes dijo: ahora sí, perras, nos vamos a desquitar de lo que nos estaban aventando. Me dijeron que era para que se me quitara”.