Siempre les decimos, que si quieren tener lo que pocos tienen, deben hacer lo que pocos hacen. Julieta Manzano nos explica qué son los hábitos maestros y cómo estos nos van a ayudar a cumplir nuestros objetivos.
Antes de explicarles, les vamos a hacer una test sobre cómo andan en hábitos maestros y si no los tienen, ¿cómo los pueden tener?
Diferencias entre hábito maestro y hábito común
El hábito maestro es el hábito crucial que se requiere para lograr seriamente lo que te propones. No es un hábito cualquiera.
El hábito común es una idea momentánea, esporádica… una ocurrencia… no genera construcción ni transformación. El peligro es que persista.
HÁBITOS COMUNES (ocurrencias) | HÁBITOS MAESTROS (estilo de vida) |
Correr hoy porque ando presionado | Ejercitarse a diario por 50 minutos |
Pensar en el mañana | Prevenir y anticiparse |
Tomar un relax | Meditar a fondo |
Seguir una serie de pasos | Sistematizar |
Hacer algo distinto de vez en cuando | Innovar |
Corregir alguna falla | Mejora continua |
De los hábitos o comportamientos ligados a la disciplina como son la puntualidad —en el llegar, el hacer y el entregar—, el orden —al definir, estructurar y realizar las tareas—, el seguimiento —para cumplir con todos los pasos para alcanzar un objetivo—. ¿Cuáles son cruciales para sus proyectos? ¿Lo habían pensado? Ahora es momento de saber si tienen o no estos hábitos.
Test: ¿Tienes hábitos maestros?
Respondan sí o no a estas preguntas
- ¿Te consideras una persona que cuenta con hábitos maestros?
- ¿Tus hábitos te están llevando hacia las metas que has soñado?
- ¿Dirías que tienes al menos uno o dos hábitos que son cruciales para lograr tus objetivos?
- ¿Estarías dispuesto a transformar tus hábitos para elevar tu desempeño?
- ¿Podrías afirmar que tienes hábitos maestros o más bien te descarrilan?
Si respondiste NO a más de tres preguntas, entonces es momento de reflexionar si tus hábitos están jugando en contra de tus objetivos, deseos y expectativas…
¿Hábitos comunes o hábitos maestros?
- Los hábitos ayudan al cerebro y organismo a economizar energía.
- Los hábitos nos ayudan a dejar de pensar en conductas básicas
- Los hábitos nos permiten enfocar la energía en objetivos y proyectos cada vez más importantes y desafiantes.
Características de los hábitos maestros
Son rutinas que ejecutamos a gran velocidad. Las realizamos tan rápido que las personas que nos rodean no se dan cuenta cómo lo hacemos.
Por ejemplo cuando somos extraordinariamente buenos en un deporte y los demás ven cómo “movemos la pelota a una velocidad que quizá nunca podrían alcanzar”.
Son rutinas que perfeccionamos con horas, horas y horas de práctica. Al tratarse de rutinas de excelencia que adquirimos desde las primeras etapas de vida, es muy probable que las hayamos convertido en algo automático y hasta inconsciente para nosotros.
Por ejemplo, una buena caligrafía, calcular un presupuesto en segundos, auto maquillarse.
Son nuestro “sistema operativo de la vida”. Iniciamos el día con ellos y forman parte de nuestro sistema de arranque cotidiano; digamos que sin ellos, ya no podemos vivir pues son cruciales.
Por ejemplo establecer objetivos anuales, mensuales, semanales y diarios; hacer listas de tareas para lograr esos objetivos. Delegar de acuerdo con los niveles de importancia y urgencia. Supervisar, etcétera.
Son rutinas que nos permiten acelerar el paso a medida que las reforzamos. Entre más importante es el hábito para el alto desempeño en lo que hacemos, más tiempo le dedicaremos hasta perfeccionarlo y hacerlo sistemático.
Por ejemplo observar y “leer” a las personas. Es comprender en segundos el lenguaje corporal y lo que comunica el otro más allá de las palabras.
¿Cómo trabajar nuestros hábitos maestros?
Llevar la disciplina al plano de los hábitos. Debemos lograr que sean comportamientos automáticos:
- Orden – estructura en todo lo que hagamos
- Puntualidad – siempre a tiempo en lo que sea
- Seguimiento – con cumplimiento de cada compromiso
- Pulcritud y limpieza – en todo lo que hacemos
Identificar cuál de nuestros hábitos nos hace mejores en todo. Es el hábito de trabajar con:
- Calidad
- Anticipación – Leer la mente de nuestro jefe, clientes, pareja, familia…
- Rapidez
- Precisión
- Comunicar e informar – siempre de forma efectiva, suficiente y oportuna
- Prever el riesgo y reducir su impacto
Practicar, practicar y practicar. Perfeccionar los hábitos exige horas y horas de ensayo y práctica constante. Sólo así seremos más rápidos y precisos en su ejecución… Más que todos los que nos rodean.
Ubicar los hábitos que nos descarrilan y transformarlos… Pero ojo… lo que se cambia es la recompensa… ¿Qué quiero decir con esto?
Por ejemplo: Yo puedo tener un hábito no tan favorable que se activa cuando tengo necesidad de un cierto satisfactor… ¿Qué puedo hacer? Cambiar el satisfactor, pero no la rutina…
Por último, no perder de vista cuáles son tus hábitos cruciales e invertir más en ellos. Ejemplos:
- Tener claro el porqué del hábito… su propósito… es fundamental para que el hábito no muera.
- Usa recordatorios del propósito… letreros, fotografías, tarjetas.
- Dedica tiempo, esfuerzo y presupuesto.
- Registra tus métricas y avances… para ir por más.
- Hazlo divertido, ponle magia… colores.
- Reconoce tus logros y recompénsate.
Especialista: Julieta Manzano. 30 años de experiencia en Recursos Humanos con Maestría en el ITAM y en Ashridge, Londres. Es responsable de nuevos negocios, negociaciones comerciales y desarrollo de nuevos productos en Mercer México. Conferencista y autora del libro «Street Smart. ¿Cómo descifrar el líder que puedes ser?».