La profesión escénica y cinematográfica ha entrado en shock al conocer la muerte de Julián Ortega Rodríguez, no solo porque su edad, 41 años, era injusta y prematura para desaparecer, sino también porque sobrevivir a un hijo es de las cosas más terribles que pueden ocurrir a alguien y el joven actor era hijo de la actriz Gloria Muñoz (Muñoz es su apellido artístico) y el director y actor José Antonio Ortega, dos profesionales muy admirados y entrañables para sus compañeros, desde que empezaron su andadura en el teatro independiente de los años setenta donde ya destacaban….
Lo mismo que Ortega, que en los años noventa ya empezó con pie firme en series de televisión y con verdadera presencia en teatro, el medio en el que él se sentía más cómodo porque lo había hecho suyo y donde, al igual que sus padres, se involucraba y convertía el trabajo en pasión. Ahí es donde destacó especialmente el joven actor y donde logró que crítica y público se fijaran en él por la fuerza de su interpretación.
Con una importante presencia física, atractivo y resultón físicamente, sin ser un guapo al uso, sus últimos trabajos para televisión fueron en las series 4 estrellas y Sentimos las molestias, aunque desde 1996 participó en una veintena de series y programas, entre los que se encuentran Cristo y Rey, El pueblo, Las chicas del cable, Centro médico, Cuéntame, La que se avecina, La señora, Policías y Siete vidas.
En el medio audiovisual Julián Ortega nunca abordó grandes protagonistas y formaba parte de esa exquisita y tradicional élite de actores de reparto que, en el caso de España, está integrada por intérpretes magistrales que dan un plus a los personajes que abordan, logrando contarnos mucho más de lo que de ellos dicen los guiones.
En el caso del teatro, transitó por muy diferentes géneros y toda clase de papeles de diversas épocas y autores, desde los más clásicos hasta las nuevas y arriesgadas dramaturgias contemporáneas, sin olvidar que también se adentró en más de una ocasión en la escritura teatral, como Ira, pieza de Julián Ortega que interpretó con su madre, Gloria Muñoz, y dirigió el británico Dan Jemmett, sin olvidar su dirección en El caballero de Olmedo (el de Lope no, el otro). Ortega también trabajó con Muñoz en Mestiza, obra de Julieta Soria.
Otros directores con los que trabajó y en diferentes géneros escénicos fueron Nacho García (en el Teatro Nacional de Budapest), Yayo Cáceres, Pablo Messiez, Els Joglars, Alberto Castrillo, Juanma Cifuentes, Jesús Cracio, Graham Vick, José Ramón Gómez, Aitana Galán, Luis Olmos, Eduardo Vasco, Ferrán Madico, Ismael de la Hoz, Sergio Renán, Mario Gas, Ernesto Caballero, María Ruíz, Gerardo Malla, Paco Mir, Jesús Castejón, José Pascual y Mathías Langhoff.