¿Cuántos de ustedes están batallando con su relación por la adicción a las redes sociales o la tecnología? Pues Mario Guerra, les va a explicar cómo hacerle para que no les cueste su significant other.
Aunque la tecnología es súper necesaria para muchas personas, también pueden ser una maldición si es que se la viven pegadas a ellas y las están poniendo antes que a sus parejas o incluso sus hijos.
¿Tu adicción a las redes sociales y la tecnología está matando tu relación?
La adicción a las redes sociales y a la tecnología, también conocida como «tecnoadicción», es un término que describe el uso excesivo y compulsivo de dispositivos electrónicos que interfiere con la vida diaria. Un estudio publicado en Computers in Human Behavior señala que esta adicción puede llevar a problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, y afectar negativamente las relaciones interpersonales.
En la era digital, nuestros dispositivos se han vuelto extensiones de nosotros mismos. Sin embargo, cuando su uso se vuelve excesivo, pueden crear barreras invisibles entre nosotros y nuestros seres queridos.
Esta «adicción tecnológica» incluye:
- La compulsión de revisar constantemente las redes sociales
- La necesidad de responder inmediatamente a cada notificación
- Pasar horas inmersas en videojuegos, descuidando la interacción real
- La obsesión con los datos de los dispositivos wearables, priorizando métricas sobre momentos
Estas conductas, aparentemente inofensivas, pueden erosionar lentamente la intimidad, la comunicación y la conexión emocional en nuestras relaciones.
Señales de alarma
Phubbing constante: Esto es ignorar a la pareja en favor del teléfono. Por ejemplo, tu pareja te está contando sobre su día y tú asientes distraídamente mientras scrolleas por tu feed de Instagram.
Según una investigación de la Universidad de Baylor, el «phubbing» puede dañar la satisfacción en la relación. La pareja que es víctima de phubbing puede sentirse rechazada o no valorada, lo que incrementa la insatisfacción y puede llevar a conflictos frecuentes.
Otro estudio de la Universidad de Texas encontró que las parejas donde uno de los miembros es adicto a la tecnología reportan niveles más bajos de bienestar en la relación y una menor percepción de calidad en la comunicación.
«Solo un juego más»: Cancelas planes de última hora porque estás a punto de superar tu récord en tu juego favorito.
Obsesión por los wearables: Interrumpes una conversación íntima para celebrar que acabas de alcanzar tus 10,000 pasos diarios.
Comparaciones en redes sociales: Pasas horas viendo las vacaciones «perfectas» de otras parejas en lugar de planear las tuyas.
Intimidad interrumpida: No puedes evitar revisar ese mensaje de trabajo incluso en medio de un momento romántico.
Impacto en las relaciones
Falta de comunicación profunda: Ejemplo: Ana y Carlos cenan juntos, pero en lugar de hablar sobre sus días, ambos están absortos en sus teléfonos. Cuando Ana intenta compartir una preocupación, Carlos responde con un «ajá» distraído, sin levantar la vista de su pantalla.
Un artículo en Journal of Social and Personal Relationships sugiere que la dependencia de la tecnología para la interacción puede llevar a una menor satisfacción emocional y física en la pareja, ya que la intimidad requiere presencia y atención plena.
Disminución de la intimidad emocional y física: Ejemplo: María nota que Juan siempre está jugando en su teléfono cuando están en la cama. Las caricias y conversaciones nocturnas han sido reemplazadas por el resplandor de la pantalla y el sonido de notificaciones.
Otro estudio subraya que la falta de contacto físico y emocional puede llevar a una disminución en la liberación de oxitocina, la llamada «hormona del amor», lo que puede enfriar la relación y hacer que ambos se sientan más distantes.
Aumento de conflictos: Ejemplo: Pedro se molesta cuando Laura interrumpe constantemente sus conversaciones para tomar fotos de la comida o revisar las reacciones a su última publicación. Lo que solía ser una cena agradable ahora es fuente de tensión.
Pérdida de experiencias compartidas: Ejemplo: Durante unas vacaciones largamente planeadas, Sofía pasa más tiempo actualizando su Instagram que disfrutando de los momentos con Roberto. Al final del viaje, tienen pocas memorias genuinamente compartidas.
Estrategias para reconectar
Si de plano sienten que no pueden dejar por un momento la tecnología, qué tal usarla juntos. Aquí les van algunos tips:
- Crea un «jardín secreto digital»: Establece una actividad online que solo compartas con tu pareja, como un álbum de fotos privado o una lista de reproducción compartida. Esto convierte la tecnología en un punto de conexión en lugar de separación.
- Implementa un «reto de presencia»: Durante las conversaciones importantes, coloquen sus teléfonos boca abajo en la mesa. El primero en tocarlo debe hacer algo romántico al otro, como un masaje o preparar la cena.
- Establece «citas tecnológicas»: Designa momentos específicos para actualizar redes sociales o revisar notificaciones juntos. Esto satisface la necesidad de conexión digital sin que se interponga en el tiempo de calidad.
- Practica la «empatía digital»: Antes de usar tu dispositivo cuando estés con tu pareja, pregúntate: «¿Cómo me sentiría si los roles se invirtieran?». Esta pausa puede ayudarte a ser más consciente de tus hábitos.
- Crea un «contrato de presencia»: Juntos, establezcan reglas claras sobre el uso de tecnología en momentos clave (cenas, citas, antes de dormir). Póngalo por escrito y comprométanse a respetarlo.
¿Qué hacer para evitar la adicción a las redes sociales y afecte la relación?
Establecer zonas libres de tecnología: Crear áreas en el hogar donde los dispositivos estén prohibidos, como el dormitorio o la mesa del comedor. La Universidad de Essex encontró que la mera presencia de un teléfono puede reducir la calidad de las conversaciones y la percepción de la cercanía emocional, incluso si no se está utilizando.
Práctica de la «atención plena» en la relación: La atención plena, o «mindfulness», es una práctica que puede mejorar la calidad de las relaciones. Un artículo en Mindfulness revela que las parejas que practican la atención plena son más propensas a reportar altos niveles de satisfacción en su relación. Actividades como escuchar activamente a tu pareja sin interrupciones o dedicar tiempo a estar completamente presente durante un paseo juntos es de gran ayuda.
Desconectar juntos regularmente: Programen «desintoxicaciones digitales», donde se desconecten de todos los dispositivos durante un día o un fin de semana. Esto puede ayudar a restablecer la conexión y recordar la importancia del tiempo de calidad juntos. Estudios indican que estas pausas pueden reducir el estrés asociado al uso constante de tecnología y aumentar la sensación de bienestar y conexión emocional.
En conclusión
La tecnología puede enriquecer nuestras vidas, pero no debe reemplazar las conexiones reales. El secreto está en usarla como una herramienta para fortalecer tu relación, no como una barrera. Recuerda, los momentos más preciosos son aquellos que compartes mirando a los ojos de tu pareja, no a una pantalla.
El reto no es solo limitar el uso, sino redirigir el enfoque hacia lo que verdaderamente importa: las relaciones humanas y la intimidad genuina. Recuerda que la tecnología es una herramienta que puede ser muy útil, pero solo si se usa con intención y conciencia.
Reflexión final: La próxima vez que sientas el impulso de revisar tu teléfono durante un momento con tu pareja, pregúntate: ¿Qué recuerdo preferiré tener dentro de 10 años: el de esta notificación o el de este momento juntos?