El 16 de septiembre murió André Marín, periodista deportivo, por una complicación en los pulmones provocada por distintas enfermedades pero el mayor problema se lo causó la Clostridium Difficile.
Por eso el Dr. Paco Moreno, nuestro infectólogo de cabecera, les va a explicar qué onda con la Clostridium Difficile, qué fue lo que sucedió y cómo debemos cuidarnos.
Según la CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), en 2020 hubo más de 200 mil casos de Clostridium Difficile en hospitales de Estados Unidos, con una tasa de mortalidad del 9.3%. Aproximadamente 1 de cada 6 pacientes que contraen Clostridium Difficile lo volverán a contraer en las siguientes 2 a 8 semanas.
¿Qué pasó con André Marín?
André Marín, periodista deportivo, murió a los 52 años el pasado 16 de septiembre por una complicación en los pulmones.
Tuvo una serie de problemas de salud desde hace 4 años debido a unos divertículos (sacos que se forman en la pared del intestino) y que se agravaron porque contrajo la bacteria Clostridium Difficile que le dañó los pulmones, tanto que tuvo que pedir un trasplante.
De acuerdo con una entrevista, entró a una cirugía por esta bacteria que provoca diarrea, pérdida de apetito, deterioro en el peso y fiebre, justo por los divertículos que tuvo en el colon.
El problema se hizo más grande porque estando en el hospital se enfermó de tres tipos de neumonías, entre ellas la bacteria de neumococo, también conocida como Streptococcus pneumoniae.
¿Qué es el Clostridium?
Clostridium es un género de bacterias anaerobias, es decir, que viven sin oxígeno. Estas bacterias pueden producir esporas, lo que las hace resistentes en ambientes difíciles. Algunas especies son responsables de infecciones graves, como el Clostridium difficile (C. difficile), que afecta principalmente el tracto gastrointestinal, causando diarreas severas y colitis.
Esta bacteria se transmite principalmente a través de la ingestión de esporas presentes en superficies contaminadas o en alimentos. Las infecciones por Clostridium son comunes en personas que han estado en hospitales o que han tomado antibióticos, ya que estos últimos alteran la flora intestinal normal.
Tipos principales de Clostridium
- Clostridium difficile: Responsable de colitis y diarrea, especialmente después del uso de antibióticos.
- Clostridium botulinum: Produce toxinas que causan botulismo, una enfermedad paralizante.
- Clostridium perfringens: Puede causar intoxicación alimentaria y gangrena gaseosa.
- Clostridium tetani: Produce la toxina del tétanos, que afecta el sistema nervioso.
Clostridioides difficile
Es una bacteria que causa una infección del colon, la parte más larga del intestino grueso.
¿Cuáles son los síntomas del Clostridium difficile?
Desde diarrea hasta daños en el colon potencialmente mortales. La bacteria suele denominarse C. difficile o C. diff. Los síntomas suelen aparecer entre cinco y diez días después de empezar a tomar un antibiótico. Pero también pueden aparecer desde el primer día o hasta tres meses después.
Las personas que no se encuentran en entornos de atención médica u hospitales también pueden contraer la infección por C. difficile. Algunas cepas de la bacteria que pueden causar infecciones graves son más propensas a afectar a personas jóvenes.
Infección leve a moderada. Diarrea acuosa tres o más veces al día durante más de un día, además de leves calambres en el vientre y sensibilidad.
Infección grave.
- Diarrea acuosa de 10 a 15 veces al día.
- Calambres y dolor en el vientre, que pueden ser intensos.
- Frecuencia cardíaca acelerada.
- Pérdida de líquidos, llamada deshidratación.
- Náuseas.
- Aumento del recuento de glóbulos blancos.
- Insuficiencia renal.
- Pérdida de apetito.
- Abdomen hinchado.
- Pérdida de peso.
- Sangre o pus en las heces.
¿Cuáles son las causas?
Entra en el organismo a través de la boca. Pueden empezar a reproducirse en el intestino delgado. Cuando llegan a la parte del intestino grueso, llamada colon, las bacterias pueden liberar toxinas que dañan los tejidos. Estas toxinas destruyen las células y causan diarrea acuosa. Fuera del colon, las bacterias no están activas. Pueden vivir mucho tiempo en lugares como:
- Heces humanas o de animales.
- Superficies de una habitación.
- Manos sin lavar.
- Alimentos, incluida la carne.
Dado que C. difficile puede vivir fuera del organismo, la bacteria se propaga con facilidad. No lavarse las manos ni limpiarse bien facilita la propagación de las bacterias. Cualquier antibiótico puede causar una infección por C. difficile.
¿Qué puede provocar?
Las consecuencias pueden ser graves, incluyendo deshidratación, sepsis y, en casos extremos, la muerte. La infección puede causar colitis pseudomembranosa, una inflamación severa del intestino.
Las personas que padecen una infección grave por C. difficile tienden a perder demasiado fluido corporal, una afección denominada deshidratación.
La infección por C. difficile puede ocasionar la inflamación del colon, lo que se denomina megacolon tóxico. Además, puede causar una afección denominada septicemia, en la que la respuesta del organismo a una infección daña sus propios tejidos.
A veces puede formar parches de tejido en carne viva que pueden sangrar o producir pus. La tasa de mortalidad de las infecciones por Clostridium difficile puede variar, pero en casos severos puede alcanzar hasta un 30% en pacientes ancianos o inmunocomprometidos.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento incluye antibióticos específicos como vancomicina y fidaxomicina. En casos recurrentes, se puede considerar un trasplante de microbiota fecal. Actualmente no hay vacunas aprobadas para su prevención.