¿Se vale querer a tus padres si no son buenos contigo? Viene Josh Connolly a explicarnos cómo romper con esas relaciones tóxicas.
Si bien no hay datos tan específicos, hay una percepción creciente y generalizada entre los psicólogos y sociólogos de que la ruptura de las relaciones entre padres e hijos está al alza en los países de Occidente (Europa, América, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica).
Creen que el aumento de consciencia sobre la salud mental y lo tóxica que puede llegar a ser la relación con un familiar violento, también han impactado en el número de alejamientos. Karl Pillemer, profesor de Desarrollo Humano en la Universidad de Cornell, EUA, realizó una encuesta para su libro»La línea divisoria: familias fracturadas y cómo repararlas» que mostró que una de cada cuatro personas en EUA afirmó estar alejada de al menos un familiar.
¿Cómo es una relación tóxica con los padres?
Una relación tóxica con los padres puede causar sensación de inestabilidad, humillación y estrés pero separarse también representa un duelo o luto. Resultados similares salen en otra encuesta en Reino Unido, el fenómeno de “Alejamiento familiar” afecta a una de cada cinco familias en el país.
De acuerdo con el psicólogo Joshua Coleman, una de las razones más comunes para estos alejamientos son hechos de violencia ocurridos en el pasado o que se pueden dar en el presente, ya sean verbales, emocionales, físicos o sexuales y casi siempre la ruptura la inicia el hijo.
Coleman también dice que el enfocarnos más en nuestro bienestar mental ha ocurrido junto con otras tendencias, como una inclinación hacia la cultura del individualismo «Hoy día nada ata a un adulto con sus padres más allá del deseo del hijo de tener una relación con ellos».
La Universidad de Wisconsin dice que los desacuerdos en valores fueron mencionados por una entre cada tres madres que están alejadas de sus hijos, por ejemplo: diversidad sexual, diferencias religiosas y estilos de vida alternativos. Polarización política y cultural: Ipsos marcó un aumento de las peleas familiares después de las elecciones de 2016 en EUA y en Reino Unido una de cada diez personas ha discutido con un familiar sobre el Brexit.
Impacto: Si bien alejarse puede traer paz, también puede traer la sensación de no pertenecer más a un grupo estable de personas que se conocen bien. Durante la pandemia, sentimientos de soledad y estigma también se vieron exacerbados para las personas que decidieron alejarse de sus padres.
¿Qué onda con la resiliencia?
En 2012, Josh empezaba a planear su suicidio, creía que la resiliencia era la capacidad de seguir adelante sin importar qué. Para evitar cualquier lucha y tener esa creencia tan “básica” lo llevó a un lugar donde sintió que lo mejor que podía hacer por sus hijos era quitarse la vida.
Hoy tiene una nueva idea de resiliencia: Una que sea fluida, que le permita luchar y pedir ayuda. También busca un concepto que acepte la vulnerabilidad y lo mantenga accesible, que lo ayude a comprender lo que siente, saber lo que necesita como resultado y poder comunicarlo dentro de sus actividades y relaciones. Esto lo ha ayudado a brindar capacitación en resiliencia emocional a escuelas primarias en aldeas y marcas globales.
¿Se debe de querer a fuerza a los padres?
Deberíamos dejar de intentar que todo mundo quiera a fuerza a sus papás. Eliminar la creencia de “Sólo tienes a estos papás, valóralos ”. Es una conversación difícil y casi nadie la quiere tener o sienten culpa al decirlo pero es una realidad: Hay gente horrible y eso no tiene que ver con que sean los padres.
Algunas de esas personas horribles son padres
Algunas de las personas más fuertes y exitosas han tenido que cortar la relación tóxica con sus papás. Hay que dedicarle tiempo y espacio a la gente que le tocó crecer con malos padres.
Es cierto que no todos tienen malos padres, ni todos son buenos hijos. Todos los papás, además de ser padres, son personas y también tienen sus propias batallas internas y problemas.
Los padres al intentar hacer lo mejor, también tienen errores. Como hijo y persona, lo que puedes hacer es adaptar tus expectativas y así mantener una relación sana con una persona dañada.
A veces nos tocará tener relaciones con personas que no están emocionalmente ahí para nosotros o de la manera en que los necesitamos en ese preciso momento, también aplica para nuestros papás.
Es importante separar a la persona como padre y como simple persona, que puede ser amable, pero no como padre o madre. Es importante definir la línea y decidir hasta qué momento permitiremos a esa persona dañarnos y ser desagradables con nosotros.
¿Entonces quién determina quién es bueno o malo para ti? El solo tener esa opción de padres, no determina que son los mejores o que debamos permitirles tratarnos mal.