En total tardaron 46 horas, 24 minutos y 9 segundos en unir sus labios, por lo que, en conmemoración de aquel día, en Quién recordamos cinco de los besos más icónicos en el cine:
Lo que el viento se llevó (1939)
El beso que se dieron Rhett Butler (Clark Gable) y Escarlata O’Hara (Vivien Leigh) es uno de los grandes momentos románticos que ha dado el cine. Ocurre luego de que ella le dice: “No sea estúpido” a Rhett Butler. “Usted sabe que siempre querré a otro hombre”. Sin embargo, él le responde: “¡Basta! ¿Me has oído Escarlata? ¡Basta! ¡No vuelvas a decir eso!” y la besa.
“Voy a desmayarme”, dice ella. “Quiero que te desmayes, que demuestres que eres una mujer. Ninguno de esos necios ha sabido besarte así jamás”, añade Rhett.
Aunque este beso es delos más celebrados en la pantalla grande, no lo fue tanto para Vivien debido a que Clark tenía la costumbre de comer cebollas crudas durante los descansos del rodaje, de modo que su aliento no habría sido el mejor.
Casablanca (1947)
Ingrid Bergman y Humphrey Bogart protagonizan uno de los besos más famosos de la historia del cine a través de la película Casablanca (1947). “Bésame como si fuera la última vez”, le pide Ilsa a Rick, quien lo hace de inmediato y con absoluta pasión. El tema As times goes by, interpretado por Dooley Wilson, hace que se recuerde aquel momento emblemático con el que ambos actores consiguieron emocionar fuera de la pantalla.
Cinema Paradiso (1988)
Existen besos que no pueden faltar en esta lista y varios de ellos se vivieron en una sola historia, la de Cinema Paradiso, de 1988. Todos fueron dados por el inconfundible Ennio Morricone al demostrar con su Tema d’amore que la música, al igual que el amor, todo lo pueden.
Titanic (1997)
Uno de los besos más inolvidables del Séptimo Arte ocurre entre Leonardo DiCaprio (Jack) y Kate Winslet (Rose) en la proa del trasatlántico Titanic en la película homónima de 1997. Aunque parece una escena sencilla, los actores tardaron ocho días en filmarla debido a que el director James Cameron se empeñó en hacerla en medio de un atardecer real.
Spider-Man (2002)
Tobey Maguire vivió uno de los momentos más difíciles al momento de rodar una escena, pero que se convirtió en emblema como parte de una historia de amor. El actor se mantuvo varios minutos bajo el agua, con una máscara puesta y boca abajo para lograr su beso invertido con Mary Jane (Kirsten Dunst).
El actor dijo que sentía que se ahogaba debido a la cantidad de agua que le entraba por la nariz. Para colmo, Kirsten Dunst no lograba desenmascararlo. Finalmente, el esfuerzo valió la pena porque el Spider-Man, de Sam Raimi guarda lugar importante entre los grandes besos de película.