Por no contar con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), el juzgado primero de distrito de Yucatán, suspendió provisionalmente la construcción del tramo 5 del Tren Maya, que corre de Tulum a Playa del Carmen, obra encargada a Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y que ya ha devastado alrededor de 20 kilómetros de selva virgen.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo tener conocimiento de la acción judicial pero que la notificación del juzgado no ha llegado de manera oficial a las autoridades federales para detener la obra, sin embargo, afirmó, habrá una defensa legal del proyecto.
“Sí, hay la información. Todavía no hay una notificación oficial, no sabemos de qué se trata, sólo lo que ya es de dominio público, hay, con propósitos políticos, no ambientalistas, una campaña contra el Tren Maya, financiada por organismos internacionales y por empresarios mexicanos y están utilizando a seudoambientalistas”, acusó el mandatario federal.
“Vamos a esperar a ver qué es lo que están ahora reclamando y buscar la forma de defendernos legalmente”, agregó.
El tabasqueño insitió en que grupos financiados por el gobierno de Estados Unidos están promoviendo la movilización de ambientalistas a través de empresarios como Claudio X. González y Mexicanos Unidos Contra la Corrupción e Impunidad con intereses mezquinos.
El jefe del Ejecutivo federal reiteró que pese a la campaña de desinformación, el tramo 5 del Tren Maya no afectará los ríos y cenotes que están presentes en el norte de Quintana Roo y que grupos ambientalistas, como Greenpeace, han alertado sobre diversas afectaciones con la irrupción de la obra.
Según mapeos realizados por la asociación El Gran Acuífero Maya, tan sólo en Tulum existen al menos 2,000 kilómetros de pasajes subterráneos inundados con características de terreno kárstico.
La Península se caracteriza por tener un suelo con estas condiciones, es decir, este tipo de terreno se constituye fundamentalmente por rocas compactas como la caliza, dolomía y el yeso, entre otros minerales solubles en agua, y que lo hace inestable, con movimiento.
Entre Playa del Carmen y Tulum se tiene el registro de cuando menos unos 1,600 kilómetros de cuevas inundadas y aunque no se tiene una relación precisa de los cenotes, El Gran Acuífero Maya estima que puede haber más de 10,000 sólo en Quintana Roo y Yucatán.
“No se afectan ríos subterráneos, no se afecta a cenotes, tan es así que los campesinos y ejidatarios todos dieron su anuencia, pero esto es un asunto de tipo político. ¿Por qué los ambientalistas no se pronunciaron en contra de Xcaret que hicieron ríos o desviaron ríos subterráneos eso en el tramo 5?”, cuestionó López Obrador.
“En Valladolid escarbaron para unir cenotes y cómo es que los ambientalistas nunca se dieron cuenta o el juez de Mérida, ¿dónde andaban?, no lo supo, ¿no es su obligación? ¿Por qué él ve sólo escritos?”, cuestionó.