El gobierno federal prevé que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financiero del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda se ubique en 48.9% como proporción del PIB este año y se estabilice en 49.4% para finales de 2023 y hasta 2028. Sin embargo, analistas financieros consideran que no se logrará esta meta ante el complejo entorno económico.
Raúl Álvarez del Castillo, director de Estudios Económicos de Citibanamex, detalló que el crecimiento económico, los precios del petróleo y las tasas de interés son los principales rubros que pesan sobre el coeficiente de deuda.
Explicó que el gobierno federal estima que la economía crecerá tres por ciento en 2023, mientras que Citibanamex estima un 1.2 por ciento. Si no se cumple el pronóstico de la Secretaría Hacienda, ello puede impactar en la estimación de los ingresos, principalmente la de los impuestos.
Álvarez mencionó que con menores ingresos el gobierno podría incurrir en recortes al gasto o al endeudamiento.
Para Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA, el camino es el mismo, pues detalla que “si el crecimiento económico es de uno por ciento, la producción petrolera no crece y los precios del barril de petróleo se ubican en lo que espera el gobierno, el cociente deuda a PIB podría ser de 51 por ciento”.
Además, cabe señalar que se estima que el costo financiero de la deuda del gobierno crezca 38.0 por ciento en 2023, respecto a lo aprobado en 2022, lo que equivaldría a 2.7 por ciento de PIB el próximo año.
Álvarez señaló que el próximo gobierno debe trabajar en preservar los niveles de deuda en alrededor del 50% como proporción del PIB.
Dijo que será si este o el siguiente gobierno quisiera financiar gasto en pensiones, pues las calificadoras podrían poner una nota negativa al país.
Por: Lindsay H. Esquivel – EXCELSIOR