La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) reconoció una inflación de mayor magnitud y duración a lo previsto con un entorno “más complejo” que no permitirá recuperar la meta de una tasa general de 3 por ciento anual hasta el tercer trimestre de 2024.
“Ante choques inflacionarios de una magnitud mayor a la anticipada y la perspectiva de que sus efectos sean más duraderos de lo previsto, los pronósticos para las inflaciones general y subyacente se revisaron al alza para todo el horizonte de pronóstico”, señaló la Junta de Gobierno en la minuta de su última reunión.
Al publicar su reporte sobre su encuentro del pasado 29 de septiembre, el banco central señaló que cuando elevó la tasa de interés a 9.25 por ciento, éste se ubicó como el mayor nivel en su historia, lo que representa el undécimo incremento consecutivo y el tercero de 75 puntos base.
La inflación, que el Banco de México llamaba “transitoria” el año pasado, se mantuvo en 8.7 por ciento anual en septiembre, su nivel más alto para un periodo igual de los últimos 22 años en el país.
Entre los riesgos al alza, la mayoría de los integrantes del organismo autónomo enunciaron la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, y las presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia de COVID-19 y del conflicto geopolítico, en referencia a la guerra en Ucrania.
“En este contexto, la mayoría mencionó que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico continúa con un considerable sesgo al alza”, consideró la Junta de Gobierno.
Banxico prevé ahora que la inflación general promedie 8.6 por ciento anual en el último trimestre de 2022 tras la expectativa anterior de 8.1 por ciento.
Por otro lado, la mayoría de la Junta de Gobierno pronosticó que el crecimiento de la actividad económica en el tercer trimestre de 2022 se desacelerará frente a lo observado en la primera mitad del año, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció 1.9 por ciento interanual.