El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) aseguró que los maíces
transgénicos se han utilizado por más de 25 años en el mundo y no existe evidencia científica de daño alguno a la salud, además la importación de maíz amarillo continúa sin restricciones, a pesar de las medidas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“El sector pecuario y la agroindustria han podido continuar la importación de todo tipo de maíces sin que el comercio se haya visto interrumpido o afectado”, afirmó en un comunicado el organismo a cargo de Juan Cortina Gallardo.
En Europa el debate sobre el maíz transgénico se tuvo hace décadas, y hoy no es un tema de preocupación al no haberse encontrado evidencias científicas concluyentes en contra, afirmó.
Ante la solicitud del Gobierno de Estados Unidos para iniciar un panel de controversias, el decreto mexicano del año pasado resuelve la gran mayoría del posible daño al comercio de esos granos entre ambos países, dijo el organismo que agrupa a la industria agroalimentaria en México.
“Panel sobre maíz es científico, no un tema de política comercial”
El panel sobre el maíz transgénico es un tema técnico y científico, y no un tema de política comercial, dijo el CNA.
El jueves, el Gobierno de Estados Unidos escaló el conflicto con México al solicitar, en el marco del TMEC, el establecimiento de un panel de árbitros para que resuelvan las diferencias entre ambos países. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha restringido las importaciones del maíz transgénico al argumentar que no es apto para consumo humano, pero la administración de Joe Biden pide evidencia científica que respalde las medidas de México, y sostiene que van en contra del tratado comercial.
El CNA detalló que el panel se integra por tres expertos nombrados por las partes para resolver una controversia en virtud del Capítulo 9 del TMEC, y es responsable de determinar si una medida gubernamental, en este caso sanitaria o fitosanitaria, es consistente con el tratado. De no ser así, recomienda medidas correctivas.
El mecanismo de resolución de controversias está diseñado para ser rápido y eficiente, y el objetivo del proceso es resolver las diferencias de manera efectiva y justa, agregó.
Puntualizó que tanto SEMARNAT, CONAHCYT y COFEPRIS tendrán que demostrar científicamente y de manera inequívoca los alegatos del supuesto daño que los transgénicos causan a la salud.
Ante el reto del crecimiento poblacional, el Gobierno de Estados Unidos promueve el uso de las tecnologías más avanzadas para enfrentar la seguridad alimentaria, añadió el CNA.
El crecimiento exponencial de la población en nuestra región y en el mundo coloca a la seguridad alimentaria como un tema de seguridad nacional, precisó.
El uso de nuevas tecnologías y de la ciencia juegan un papel preponderante para enfrentar los retos de producción a gran escala y satisfacer la demanda de alimentos en México y en el mundo, concluyó.