Wendy Guevara, la ‘perdida’ que lo ganó todo

No sabemos desde dónde, pero un coche viene tras de ella. Pudo seguirla desde San Ángel o haberla reconocido en cualquier semáforo de su trayecto. Se estaciona afuera de la puerta principal y la espera. Cuando los que vienen a bordo la alcanzan a ver –y no es difícil reconocerla por su cabellera rubia y la blusa rosa fosforescente que porta– le gritan. Tienen sus celulares listos y grabando para captar cualquier saludo. “Hola hermosas”, lanza Wendy desde la distancia.

Llega a las instalaciones de Grupo Expansión. Con ella viene su mánager, su asistente personal y dos amigos inseparables, Marlon Colmenares y Marcela. Va directo al camerino no sin antes saludar a todo el equipo. Sobre la mesa la espera una caja llena de productos de Nyx Cosmetics, con los cuales comenzarán a maquillarla. Se cierra la puerta y dentro de ese cuarto se queda la primera mujer trans en ganar un reality show en nuestro país.

Wendy Guevara
Wendy Guevara (Khristio)

WENDY GUEVARA EN EL PAÍS DE LA TELEVISIÓN

Fueron 14 las celebridades que entraron a La casa de los famosos México. Bastaron un par de días para que Wendy comenzara a llamar la atención de sus compañeros, los espectadores y de quienes seguían las actualizaciones en redes sociales. Guevara masificó la presencia que ya tenía en los entornos digitales y se expandió más allá de las poblaciones LGBTIQ+. Antes de entrar, dice, “estaba nerviosa por la cuestión de que soy una chica trans. No falta alguien que se fuera a sentir incómodo, todavía hay mucha discriminación y gente muy pesadita. Fue todo lo contrario, me llevé bien con todos”.

Su autenticidad, historia de vida y carisma hicieron que fuera el motor de trends en las plataformas digitales. A la par, el programa despuntaba, algo que no se veía desde hace años. Wendy tuvo mucho que ver. Probablemente, dice el periodista Nicolás Alvarado, desde la salida de Carlos Loret Mola, no pasaba nada relevante en Televisa. “Fue un gran vehículo para llevar el lenguaje digital a la televisión. Lo que le permitió a Televisa tiktoquizarse”.́

El rating creció como una bola de nieve; alcanzaron números históricos. La propia televisora compartió que 21 millones de personas sintonizaron Las estrellas, cinco millones de horas fueron consumidas en ViX; en las redes sociales generó cinco mil millones de reproducciones de video. Es el programa con más votos en la historia reciente de la televisión mundial. Durante la semana final se registraron 40 millones de votos y 18 de ellos fueron para apoyarla. Wendy conquistó a un país transfóbico. “La tele volvió a ser relevante. Ese es el menor de sus logros; el mayor fue convertirse en la figura más amada, comentada, reivindicada del país siendo una mujer trans”, opina Alvarado. “La verdad no me siento la estrella, la neta no. Aunque ahora me encuentro a mucha gente en los semáforos que me grita y digo wow. Antes me reconocían, pero ahorita me gritan más”, dice Wendy en un gesto que se debate entre sonreír o manifestar cansancio.

NOSOTRAS TAMBIÉN SABEMOS AMAR, LLORAR Y REÍR. SOMOS PERSONAS IGUALES A TODO EL MUNDO.

Wendy Guevara

Poncho De Nigris, Sergio Mayer, Nicola Porcella, Emilio Osorio, Apio Quijano y Wendy conformaron el “team infierno”, juntos protagonizaron la competencia. Las bromas intensas entre ellos desarrollaron una hermandad que conectó con la audiencia. “Wendy reúne las características para que se hiciera un fenómeno: una mujer simpática y sencilla; es muy humana y creativa. Todo lo que se necesita para ser una estrella”, dice Rosa María Noguerón, productora del programa.

Wendy Guevara
Wendy Guevara junto a sus papás y su hermana en la final de La casa de los famosos. (Cortesía)

Estas características que menciona Noguerón se hacen visibles en la sesión de fotos y en el humor. Eso nos recuerda a los gestos que hacía frente a más de 60 cámaras que la grababan día y noche. “Pensé ser totalmente transparente, como me ven en las redes, a la gente le gustaba la persona que soy. Jamás quise entrar con algún personaje o ser alguien más para caerles bien”.

El domingo de su triunfo centenares de personas se reunieron en su natal León y, en la CDMX, en la Zona Rosa –emblemático barrio de la comunidad LGBTIQ+ – así como en el Ángel de la Independencia, donde se celebran los triunfos de la Selección de futbol. Esa euforia se trasladó hasta nuestro estudio, cuando el personal de intendencia, administrativos y directivos se asomaban curiosos para conocerla, arrebatarle un saludo o una selfie.

Al obtener el triunfo, la influencer expresó con voz entrecortada “Jefa, ay, es que me siento muy sola, pero feliz”. Esa dualidad de emociones podría explicar algunos momentos en su vida. “Cuando era pequeño me sentía sola. No sabía cómo decirle a mi familia que me gustaban las personas cómo yo. Sí llegué a sentirme sola, pero desde que empezamos en las redes, la gente me ha ido acompañando”.

Wendy Guevara
Wendy Guevara (Khristio)

PARA GANAR HAY QUE PERDERSE

“Nunca se cohíbe de la palabra, siempre fue muy alegre y espontánea”, cuenta Fabiola Venegas, mamá de Wendy.

Guevara es originaria de León, Guanajuato, una sociedad que se piensa es sumamente conservadora. Saltó a la fama en 2017 al grabar un video con su amiga Paola, cuando supuestamente “unos viejos” las llevaron a un cerro y las dejaron ahí. “Estamos perdidas” dice una de ellas y la otra simula el eco que debería producirse en el monte. Subieron el clip a internet y se volvió viral. Ese mismo año ganaron un premio MTV MIAW.

Junto a sus amigas se convirtió en creadora de contenido, realizaban transmisiones en vivo mientras manejan, se maquillan o durante sus viajes. Humor, frases icónicas y espontaneidad han sido el sello desde el principio y hasta donde todo explotó: La casa de los famosos México.

Wendy Guevara
Wendy Guevara (Khristio)

En el reality la corregían por mencionar mal algunas palabras como “sentidos” en lugar de “oídos” y se sorprendían con sus historias, como en la tuvo que dejar la escuela debido al bullying que recibía y para ayudar a su familia. “En su infancia hubo muchas carencias”, relata Francisco, fabricante de artículos de piel y padre de Wendy, quien asegura que el machismo heredado estaba presente. “Era muy difícil aceptarla. Gracias a Dios dejé las drogas y las adicciones y acepté a mi hija como es”.

La experiencia de Wendy sobre ese pasado lo explica así: “Desde que inicias con tu transición, es difícil decirle a tu familia que tienes otras preferencias sexuales. Me siento un reflejo de mis compañeras y la comunidad. Estoy muy agradecida. No me siento la representante, todavía no. Si lo ven así, qué chin- gón y qué bonito”.

Wendy Guevara junto a su familia en un mural que le hicieron en su natal León.
Wendy Guevara junto a su familia en un mural que le hicieron en su natal León. (Cortesía)

La televisión no solo ha ignorado las historias LGBTIQ+, también las ha estereotipado. Hoy, la persona con mayor popularidad es una mujer trans que, irónicamente, escogió su nombre por un personaje de telenovela y de quien su historia bien podría ser narrada por uno de los mejores guionistas de melodramas. “Soy muy telenovelera, me encanta estar echadota, poner María la del barrio y repetirla. Mis favoritas son las de Thalia. También me encanta Rubí, siempre me sentí Rubí aunque soy más relajada y tranquila”, cuenta entre risas.

SOY DE LAS QUE ECHAN CARRILLA. ME GUSTA DEFENDERME DE OTRAS FORMAS, ME DEFIENDO CON ALEGRÍA.

Wendy Guevara

WENDY GUEVARA EN PORTADA DE QUIÉN: HORA DE TRANSFORMAR Y ¡SOPORTEN!

A una mujer de la frontera le mataron a su hijo por ser de la comunidad LGBTIQ+. Estaba destrozada. Esa noche quería quitarse la vida. Tomó el teléfono para dejar el mensaje de despedida y vio un video de Wendy dentro del programa. Terminó a carcajadas y eso la detuvo. Narra Fabiola, mamá de Wendy, sobre los centenares de testimonios que recibe.

El final de esta historia no lo ha tenido ninguna telenovela o programa en la televisión mexicana en el pasado. Guevara es un parteaguas al dar visibilidad a una comunidad que sigue siendo tabú en nuestro país. Logró poner en las pantallas temas de los que pocos quieren hablar: la precarización de las poblaciones de la diversidad, el abuso sexual y el ejercicio de la prostitución como salida laboral para las mujeres trans, quienes en el terreno de lo real, su expectativa de vida no es superior a los 35 años, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Es una narrativa tan coloquial que su transparencia y su forma de ser tan franca, resignifica y reconoce la violencia. Pero al final esa violencia no la desapareció ni la eliminó; al contrario la transformó en acceso a los derechos”, explica Ari Vera, activista por las personas LGBTIQ+.

Wendy Guevara
Wendy Guevara (Khristio)

La figura de Wendy ha abierto un debate franco. Nadie queda indiferente. Vera amplía su opinión de cómo el público nativo de estos contenidos son las nuevas generaciones que tienen más apertura a la identidad de género, y han llevado a las mesas familiares el tema. “Lo que provocó fue comenzar a reflexionar y a crear una opinión crítica”.

Nicolás Alvarado, piensa que Wendy viene a demostrar “que estamos preparados para incorporar al mainstream a personas trans”. Sin embargo, cuestiona si ella es “la figura que a la comunidad le gustaría tener como imagen”. En contraparte, Ari cree que nadie puede exigirle un abanderamiento que ella misma no quiere tener. “El cuerpo es político; aunque no asuma un liderazgo del movimiento trans, su presencia cambia la narrativa y hace política”.

NO VAN A ARRUINAR LOS PLANES DE WENDY GUEVARA

Después de ser pionera y formar parte de un programa exitoso, Alejandra dejó las pantallas. No fue hasta el boom digital que encontró una ventana para continuar su carrera. “Esta industria es cruel, mientras le sirvas te van aplaudir, cuando ya no, te desaparecen”, dice la Bogue.

El recorrido de Wendy frente a la fama ha sido distinto y en sentido contrario: de las pantallas de celular a las cámaras televisivas. Sin embargo, el vértigo de caer no es distinto. “Claro que me da miedo, no he tocado esa punta de la fama y hasta los más grandes han caído, torres muy altas se han derrumbado”.

Wendy Guevara
Wendy Guevara (Khristio)

No ha pasado ni una semana desde que Wendy apagó las luces de “la casa más famosa de México” y Televisa ya tiene planes para ella. Pronto estará listo su primer programa para ViX, la plataforma que, incluso, mandó a su equipo de producción a documentar nuestra sesión fotográfica.

Si la narrativa del reality show es que el público decide, los seguidores han asumido que tienen ese control. Han inundado las redes sociales con ataques y defensas que han tenido consecuencias, como el cierre temporal de su cuenta de Instagram, supuestamente, por reportes de los mismos fans por no continuar el ship con Nicola Porcella. Wendy está en el ojo del huracán.

“Soy una persona común y corriente, no puedo ser perfecta. Muchos respetan mis decisiones, pero otros creen que soy un robot que tengo que hacerles caso en lo que me digan y eso no está chido.”, dice con determinación Guevara.

Toda telenovela tiene un final feliz. No sabemos si la heroína de esta historia lo tendrá. Lo cierto es que para una mujer que creció viendo a Adela Noriega, Angélica Ri- vera o Lucero, tener la posibilidad de inspirar podría ser el inicio de su “final feliz”.

Wendy Guevara

Una de las grandes preguntas que ha quedado en el público tras el “efecto Wendy Guevara”, es cuál será su siguiente paso. Los productores televisivos han manifestado su interés por trabajar con ella, incluso se ha barajeado la posibilidad de llevar su vida a la pantalla. “Lo de las novelas sí me llama mucho la atención, la bioserie creo que me faltan más páginas por escribir, es muy temprano para hacer algo sobre mí. Queremos hacer historia, así que vamos a hacer muchas cositas”, nos platica.

El día ha sido agotador para ella. Solo una bebida energizante –que pidió pero nunca apareció– podría ayudarla a llegar a su siguiente compromiso con Mara Pa- tricia Castañeda. Su deseo, manifiesta, es regresar ya a su casa. Tanto que preferiría tomar un camión a León para por fin ver a su familia, a sus amigas Las Perdidas y recuperar las horas de sueño que su nueva fama le ha arrebatado. Aún así, no ha dejado de subir contenido a sus redes sociales. “Siempre voy a ser una perdida”.