A menos de un mes que el gobierno prohibiera la comercialización de vapeadores en México, la Secretaría de Salud (Ssa) busca dar un paso más para desmotivar el consumo de cigarros y prohibir la exhibición directa o indirecta de los productos elaborados con tabaco en los comercios.
Para la industria, esto no solo fomentaría el mercado ilegal, también impactaría el libre mercado, los ingresos de los comercios pequeños e incluso el erario público.
De acuerdo con el anteproyecto publicado en la Cofemer, se considera como exhibición la colocación de los productos a través de estantes, mostradores, exhibidores, entre otros, al interior de los puntos de venta, que le permitan al consumidor verlos con el fin de promover la compra para su consumo, lo cual es considerado como una forma de publicidad y promoción.
“Los establecimientos y puntos de venta en los que se comercialicen, vendan, distribuyan, suministren o expendan productos de tabaco queda prohibida la exhibición directa o indirecta de los productos elaborados con tabaco que le permitan al consumidor tomarlos y observarlos directamente, de conformidad con lo establecido en el artículo 23 de la Ley”, precisa el documento.
Para el Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta), la imposibilidad de exhibir un producto afecta el derecho fundamental a la libertad de comercio, pues si bien no impide la actividad empresarial, sí limita gravemente su desempeño.
“Las prohibiciones de exhibición de producto son costosas, pues ralentizan los tiempos de transacción y pueden obligar a los pequeños minoristas independientes a cerrar; además imponen costos significativos a los comerciantes pues a menudo requieren instalación de nuevas unidades de almacenamiento de tabaco para ocultar los paquetes de cigarrillos a la vista”, expone el organismo en un documento enviado a la Cofemer.
Asimismo, la Conainta dice que esta medida no sólo impacta de manera negativa al libre mercado, sino que también afecta a industria legal, desde la manufactura hasta el comercio organizado y otros agentes económicos.
El Consejo también indica que sería especialmente problemático para los fabricantes con pequeñas cuotas de mercado o los nuevos fabricantes que deseen ingresar al mercado, ya que, sin la capacidad de mostrar sus productos a los consumidores, no podrían competir de manera efectiva con marcas conocidas y establecidas, por lo que quedarían fuera.
Mientras, la Coparmex advierte que la Reforma al Reglamento de la Ley General para el Control de Tabaco tendría efectos socioeconómicos adversos; entre ellos la formación de un mercado negro, debido a que el prohibicionismo no provocara que las personas dejen de consumir los productos, sino que buscarán alternativas en comercios informales.
También señala que la medida tendría una afectación económica al erario público, ya que este sector genera impactos relevantes en cuanto a la recaudación por IVA y IEPS, por lo que esta reducción implicaría menores recursos para programas y políticas públicas en salud, además de que esta recaudación podría financiar un mayor acceso a la salud para la población
Y es que tan solo la recaudación derivada del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por productos de tabaco pasó de 43,848.5 millones de pesos en 2020 a 45,657 millones de pesos en 2021, un incremento de 4.1%, según información del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Además, la Coparmex señala que limitar la venta al por menor de productos de tabaco implicarían más gastos en la operación de sus tiendas y por ende, menos ingresos en las familias detrás de estos negocios, incluso que dejen de vender cigarros al tener un espacio reducido.
En este sentido, el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera, comentó a Forbes México que el prohibir la exhibición de los cigarros podría tirar las ventas de las tienditas, ya que es un motor y promueve hasta una cuarta parte de los ingresos de estos negocios.
“La venta de cigarro en el pequeño comercio es un motor de ventas, empuja el 25% del ticket mensual; no representa el 25%, promueve otras ventas, la gente va a comprar cigarros y adquiere otras cosas”, indicó en entrevista.
Asimismo, Cuauhtémoc Rivera dijo que esta medida podría en jaque la estabilidad de estos negocios, además de promover la venta de tabaco de contrabando o en el comercio informal.
En los últimos dos años, el mercado de cigarros se ha ido apagando en México; si bien en el 2021 la industria registró una ligera recuperación, las ventas aún está lejos de los niveles previos a la contingencia sanitaria, ya que en el año comercializaron 598,668 cajetillas menos que en 2019.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2019 se vendieron en el territorio nacional 2 millones 830,529 cajetillas de tabaco, mientras que el año pasado la cifra fue de 2 millones 231,861, lo que representa disminución de 21.1%.
Sin embargo, la industria presenta una ligera mejora respecto al 2020, año en el que las cajetillas comercializadas cayeron a 2 millones 217,043, lo que equivale a 613,486 paquetes por debajo del año previo.
Mientras que 2022 contra 2021, el sector registra un crecimiento de solo 14,818 cajetillas, es decir, un avance de solo 0.66%, según los datos del Inegi; además de ser la cifra más baja desde 2015, cuando se comercializaron 2 millones 22,904.