El Ministerio de Defensa de China defendió el lunes el aplazamiento de las conversaciones en materia militar con Estados Unidos en protesta por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense a Taipéi la semana pasada, advirtiendo que Washington debe asumir “graves consecuencias”.
China reaccionó con furia a la visita de la semana pasada de la líder parlamentaria de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ya que Pekín considera la isla autogobernada como propia, respondiendo con simulaciones de disparo de misiles balísticos sobre Taipéi por primera vez, además de abandonar algunas líneas de diálogo con Washington.
“La actual situación de tensión en el estrecho de Taiwán es totalmente provocada y creada por la parte estadounidense por iniciativa propia, y la parte estadounidense debe asumir toda la responsabilidad y las graves consecuencias de ello”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa, Wu Qian, en una publicación en internet.
“No se pueden cruzar las líneas rojas y la comunicación requiere sinceridad”, dijo Wu.
Estaba previsto que los cuatro días de unos ejercicios militares de China sin precedentes terminaran el domingo. Las autoridades chinas no han confirmado oficialmente que hayan terminado, entre los temores de algunos analistas de seguridad de que la situación en el estrecho de Taiwán, especialmente cerca de la línea divisoria no oficial, siga siendo tensa.
Alrededor de 10 buques de guerra de China y Taiwán maniobraron el domingo cerca de la línea media del estrecho, según una fuente familiarizada con la situación que participa en la planificación de la seguridad.
El Ministerio de Defensa de la isla dijo que barcos militares chinos, aviones y aviones no tripulados habían simulado ataques contra la isla y su armada. Dijo que había enviado aviones y barcos para reaccionar “adecuadamente”.