El diálogo interno que tienen todas las personas suele estar influenciado por pensamientos positivos o negativos, los cuales impactan no solamente en cómo se enfrentan los distintos problemas cotidianos, sino en los niveles de estrés.
Esto está definido por los rasgos de personalidad de cada individuo; sin embargo, también es posible transformar esa autoconversación en actitudes más positivas. Eso no significa que las personas ignoren las situaciones menos desagradables de su vida, sino que, a través de tener pensamientos positivos, enfrentan esta realidad de una mejor manera.
Un informe de la Clínica Mayo sostiene que afrontar la vida desde esta perspectiva puede tener distintos beneficios en la salud como:
- Aumento de las expectativas de vida
- Menores tasas de depresión
- Niveles más bajos de angustia
- Mayor bienestar psicológico y físico
- Mejor salud cardiovascular
- Mejor capacidad para afrontar una situación difícil
A decir de la reconocida institución médica, la gente que tiene pensamientos positivos y optimistas tienden a llevar un estilo de vida más saludable: realiza más actividad física y sigue una dieta más sana.
En cambio, quienes afrontan un diálogo interno negativo suelen exagerar los aspectos malos en las distintas situaciones estresantes que enfrentan. De igual forma, cuando sucede algo complicado se culpan a sí mismos de forma automática y tienden a dramatizar los problemas que les suceden.
ENFOCARSE EN PENSAMIENTOS POSITIVOS
A pesar de lo anterior, es posible aprender a tener pensamientos positivos, aunque no es una labor que ocurra de un momento a otro: se requiere un tiempo largo y un compromiso férreo hasta que esto se transforme en un hábito.
La Clínica Mayo sugiere un camino a seguir para llegar a este punto:
Primero que nada debes empezar por identificar las áreas de tu vida en las que sueles pensar de forma negativa –bien sea en situaciones del trabajo o relaciones familiares o de pareja– e intentar enfocarte, únicamente, en una de ellas, para irla trasformando poco a poco y enfrentarla con mayor optimismo.
Es importante que durante el día tomes un momento para reflexionar y evaluar el tipo de pensamientos que estás teniendo, si detectas que son mayormente negativos busca una manera de darle un giro. El humor y la risa siempre serán una buena manera de hacerlo.
Asimismo, además de llevar un estilo de vida sano, el cual incluya realizar actividad física con frecuencia, pues ello ayuda a reducir los niveles de estrés, también es vital rodearte de gente positiva. Ellas pueden darte consejos útiles y opiniones sobre tu persona y la forma de enfrentar las situaciones difíciles.
Finalmente, para tener pensamientos positivos es trascendental que en tu diálogo interno no te digas a ti mismo algo que no le dirías a otra persona. Ser amable y alentador con uno mismo permitirá ver la vida de mejor forma y reducirá tus niveles de estrés.