El uso de protector solar es fundamental para la buena salud de la piel. Utilizar este producto de manera adecuada ayuda a combatir las arrugas, las líneas de expresión, las manchas y demás afecciones causadas por la exposición a la radiación solar, incluso puede disminuir el riesgo de cáncer.
Para poder utilizar de manera correcta un protector solar es necesario saber qué tipos existen, contra qué protegen y cual es el mejor para cada tipo de piel. Así como dentro de qué categoría de fototipo entra nuestra piel. El fototipo es la capacidad de adaptación a la radiación solar de cada persona, y es la que determina si la piel se broncea o no, además de cómo y en qué grado lo hace.
Existen tres fototipos generales, claro, intermedio y oscuro, cada uno de ellos necesita de protectores distintos por ser más o menos propensos a los rayos ultravioleta tipo A (UVA), que causan el envejecimiento prematuro, y los tipo A (UVB), que son responsables de las quemaduras y la pigmentación.
La gran diferencia entre los fototipos es que, el claro al exponerse al sol, siempre se quema y nunca se broncea, el intermedio a veces se quema y siempre se broncea y el oscuro casi nunca se quema y se broncea con rapidez.
El doctor Jorge Ocampo Candiani, explicó en el evento Life Changing Dermatology de La Roche Posay, que la piel clara necesita tres veces más protección contra los rayos UVB que contra los UVA, mientras que la piel oscura necesita la misma relación de protección entre ambos rayos, por lo que al comprar un protector solar se debe considerar el factor de protección solar (FPS) adecuado, la protección UVA y la luz visible.
Todo tipo de piel necesita una estrategia de fotoprotección, enfatizó el dermatólogo, lo que incluye el uso regular de protector solar, incluso en días nublados y cuando se realizan actividades rutinarias.
De igual manera, para la piel que sufre de irritación o enrojecimiento como una dermatitis atópica o rosácea, e incluso acné las recomendaciones son diferentes, ya que se debe de manejar un nivel de protección y FPS diferente además de evitar ciertos componentes químicos dentro del protectores solar. Esto varía dependiendo de cada paciente para poder prevenir efectivamente la pigmentación sin irritar la piel.
Por otro lado, la doctora Giselle Claros, especialista en dermatología clínica y estética dermatoscopista, recomendó que para tener una piel sana y brillante es necesaria una vida saludable y una rutina de cuidado de la piel, que va cambiando conforme a la edad, además de saber el tipo de productos que funcionan para ti.
Además es necesario saber cuándo, cómo y qué productos es pertinente utilizar, ya que por lo general, la producción de ciertos componentes naturales como el ácido hialurónico o la vitamina c, disminuyen una vez pasados los 25 o 30 años, por lo que el uso prematuro de estos productos puede no ser del todo producente, por lo que lo mejor es encontrar rutinas y productos que ofrezcan soluciones eficientes a nuestros problemas.
Cerca de 1.9 billones de personas sufren por problemas de la piel y tan solo el 10 por ciento tiene acceso a un dermatólogo, lo que termina por afectar la calidad de vida y la autoestima de las personas.