La investigadora en Ciencias Médicas de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Sociales en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, la Dra. Clara Feliz, dijo que nuestro país tiene consumo de fentanilo y es una evidencia que el presidente ha presentado además de su preocupación por nuestras personas. Sin embargo, aclaró que el consumo mayor va a Estados Unidos.
“En ambos lados tenemos consumo y consecuencias severas a la salud como es la sobre dosis. Hay preocupación y no hay que perder la mirada porque es un problema de salud además de un problema social. Debemos buscar tratamientos contra la sobredosis y para las personas que buscan dejar el fentanilo, además por supuesto del tema de la seguridad. Las drogas sintéticas vinieron a romper muy fuerte en temas de salud y seguridad, por eso más allá de un tema político, es importante la colaboración entre países”, explicó.
Por otro lado, señaló que la transición ha sido drástica y en los mercados de consumo lo que sucede es que el fentanilo es muy potente y tiene un poder de acción muy rápido. Además de tener bajo costo y efectos que las personas buscan, es decir, un analgésico con efectos potentes en el sistema nervioso central.
“La división del fentanilo está en su uso médico, que se desarrolló cómo un analgésico para dolores crónicos. El otro lado es su consumo en las calles para otros fines, que es el principal uso que hay en México y lo que provoca las intoxicaciones, las sobre dosis y los problemas de seguridad. En toda la cadena de producción cada país debe tener en cuenta la parte que le corresponde pero incluso más allá de eso, pensar en nuestras personas, que son las más afectadas por el uso del fentanilo. Lo que más me interesa resaltar es que este opioide penetró en comunidades muy vulnerables y sin acceso a tratamientos que contrarresten sus efectos”, concluyó.