Hay esperanza de que las cosas cambien, en materia migratoria, “no se había podido no porque no hubiera querido el Ejecutivo, sino por las presiones de Estados Unidos”, “ahora hay el ambiente propicio y la decisión política del presidente para desaparecer el Instituto Nacional de Migración”, confirmó el padre Alejandro Solalinde en entrevista para “Así las Cosas”, con Gabriela Warkentin y Javier Risco.
El sacerdote católico, dijo que la creación de la Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería (CONMÉXICO), “será una instancia más participativa y justa donde estén los derechos humanos”.
Sin dar a conocer el nombre, adelantó que el secretario ejecutivo de la Consejo dijo “es una persona muy respetable, muy querida a pesar de que es joven, no tiene ninguna cola que le pisen, sobre todo tiene autoridad moral, estoy seguro de que va a ser muy bien aceptado por todos”
Y que será el próximo miércoles o jueves cuando el Presidente de a conocer el cómo operará el organismo con la confirmación de desaparecer el Instituto Nacional de Migración del que dijo, “la infraestructura y todo ya veremos como lo aprovechamos, pero el presupuesto va a ser el mismo”.
Sin embargo, “todo el personal de seguridad que se contrató para este perfil de seguridad tendrá que retirarse”; e incluso “si es necesaria una propuesta de reforma constitucional se presentará a todos los partidos” de quienes reconoció “han respondido bien cuando se trata del plano humanista”.
“El Consejo no será una instancia de seguridad, sino administrativa e independiente de las Fuerzas Armadas”, “queremos mandar el mensaje estructuralmente el migrante no es delincuente”. Actualmente “no tienen el beneficio de la duda ni la presunción de inocencia”
Reiteró que las políticas migratorias son resultado de la presión política de Estados Unidos. “No lo justifico, pero tuvo que hacer un paréntesis e los propósitos”, por lo que fue hasta el pasado mes de octubre cuando “el presidente ya me llama y dice ahora sí es tiempo de hablar de esto, pero desgraciadamente yo no pude”.
Y fue hasta el pasado 15 de marzo, “días antes de la tragedia de Ciudad Juárez“, un hecho que “vino a acelerar los planes que ya traíamos desde 2018”, pues reconoció “veníamos tolerando el carácter de seguridad del Instituto Nacional de Migración, pero en mayo de 2021 comenzaron a detener gente con tarjeta de refugiado, pasaportes se los quitaban y los deportaban… un delito internacional”.
La coordinación dependerá de la Segob, pero el Consejo Directivo estará conformado por secretarias de Estado, Relaciones Exteriores y Guardia Nacional, organizaciones civiles y prensa, detalló.
“Como sacerdote no puedo ni quiero ser funcionario”, “puedo aportar sin estar en la nómina y ser parte del gabinete, no soy solo, soy parte de un colectivo de la División Pastoral de la Movilidad Humana”.
Entre las políticas migratorias dijo “deberá haber personal humanitario. una policía con un nuevo perfil y un tato diferente”, “que Estados Unidos reconozca su responsabilidad”, y “el migrante tiene que ser realista y tener un plan b”.
Afirmó que “la obra no tiene que ser obra del presidente, pero sí de México y del Estado mexicano”, dijo que hablará con todos los partidos y candidatos por que “esto es un plano humanitario, esto que no tiene que ver con política de partidos”.