Oaxaca.- Luego de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó a los opositores del proyecto Interoceánico como “pseudoactivistas” y líderes “nylon”, la organización Servicios para una Educación Alternativa (Educa) sostuvo que aquel megaproyecto se ha convertido en una verdadera amenaza para la vida de los pueblos del sureste mexicano.
En la edición número 49 de su boletín El Topil, divulgado por la agrupación, Educa reitera que el proyecto atenta contra la dignidad de las comunidades.
En ese sentido, el periodista Rafael Lozano, consultado por la agrupación, hizo un recuento de las agresiones y el hostigamiento a las personas defensoras del territorio en la franja del megaproyecto, las cuales se fueron agudizando, luego de la visita de Andrés Manuel López Obrador a Oaxaca el pasado 21 de marzo, en compañía de John Kerry, enviado especial de Estados Unidos para el Clima, así como el embajador Kenneth Salazar.
Estas agresiones, agregó el comunicador, fueron denunciadas por “organizaciones y comunidades indígenas inconformes con el Corredor Interoceánico”, que hicieron énfasis en la “escalada de la persecución y hostigamiento contra opositores”.
El viernes pasado, elementos de la Secretaría de Marina, Guardia Nacional y de la Policía Estatal desalojaron un campamento que ejidatarios habían mantenido en Mogoñé Viejo – Vixidu, en San Juan Guichicovi, en contra de la continuación del Corredor Interoceánico.
En ese sentido, Mario Castillo de la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) y también consultado por Educa, propuso organizar la resistencia: “Queda claro que, si ese proyecto se concreta, no habrá paisaje después de tan brutal transformación del territorio, ¿qué sigue?
“Fortalezcamos la identidad y formas de organización comunitaria, compartamos la palabra, levantemos la voz, articulemos y defendamos lo que creemos y queremos, es momento de luchar por la vida”.
En su conferencia mañanera de hace dos días, el presidente López Obrador sostuvo que las comunidades del Istmo de Tehuantepec han apoyado el desarrollo del Corredor Interoceánico, pero que pseudoactivistas y líderes “naylon” han montado movimientos en contra de éste como método de extorsión para obtener ganancias de hasta 50 millones de pesos.
Consultada por Educa, la investigadora Giovanna Gasparello escribió en El Topil: “El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) y el Tren Maya son dos megaproyectos interconectados en los aspectos económicos y geopolíticos, además de tener en común inconmensurables impactos sociales y ambientales, así como fuertes resistencias por parte de la población que habita los territorios afectados por las obras”.
Ana Esther Ceceña, experta en geopolítica, señaló: “Para entender las claves de las grandes obras de infraestructura y reordenamiento integral de la vida que se impulsan en el sureste mexicano es necesario conjuntar piezas muy distintas entre sí: algunas nos llevan a revisar tramas históricas con orígenes confrontados; otras responden a proyectos continentales de integración subordinada”.