Este 29 de octubre se conmemora el Día Mundial Contra la Psoriasis, una enfermedad que, de acuerdo con la Academia Española de Dermatología y Venereología, en 2016 afectaba a 125 millones de personas en todo el mundo.
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS) de Estados Unidos, señala que la psoriasis es una enfermedad crónica en la cual el sistema inmunológico trabaja demasiado provocando que ciertas áreas de la piel se vuelvan escamosas e inflamadas, afectando principalmente el cuero cabelludo, los codos y las rodillas
Johana Ojeda, ingeniera Biomédica con maestría en Tecnología en Células Troncales por la Universidad de Nottingham, Inglaterra, y presidenta de la Asociación Vida y Células Madre, indica que esta enfermedad, autoinmune, genera en quien la presenta placas rojas en la piel —en ocasiones muy localizadas— que incluso pueden esparcirse por todo el cuerpo.
¿Qué hace que alguien padezca psoriasis?
La doctora Dawn David, dermatóloga de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, nos dice que se cree que la psoriasis —que puede presentarte a cualquier edad— se debe a predisposiciones genéticas, donde factores estresantes pueden causar un brote.
La misma OMS señala que la psoriasis también puede ser provocada por desencadenantes externos e internos, incluidos traumatismos leves, quemaduras solares, infecciones, fármacos sistémicos y estrés.
Hasta el momento no se conocen de métodos de prevención; sin embargo, señala la doctora David, “creemos que mantener un peso saludable, evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol, así como limitar el estrés, ayuda”.
En cuanto a los factores genéticos, Ojeda nos detalla que se ha visto que están relacionadas con la enfermedad; sin embargo, no son específicas de la psoriasis, “puede que sea la misma variante que a lo mejor te da una enfermedad autoinmune como diabetes”.
Síntomas de la psoriasis
El NIAMS indica que los síntomas de la psoriasis llegan a ser diferentes en cada persona, pero hay algunos que son más frecuentes como:
- Parches de piel roja y gruesa con escamas de color blanco plateado que pican o arden
- Piel seca y agrietada que pica o sangra
- Uñas gruesas, estriadas y picadas
Estos síntomas tienden a aparecer y desaparecer, pero es una enfermedad que, hasta el momento, no tiene cura.
Complicaciones
Johana Ojeda nos cuenta que sí hay complicaciones a largo plazo para las personas que son diagnosticadas con psoriasis, como padecer:
- Ansiedad
- Depresión
- Arterioesclerosis: relacionada con el endurecimiento debido a los procesos constantes de inflamación
- Diabetes
- Hipertensión
En el caso de la Diabetes, Ojeda nos explica que ambos padecimientos muestran una relación estrecha “las personas con psoriasis están en más riesgo de padecer diabetes y las personas con diabetes tienen más riesgo de desarrollar psoriasis”.
Tratamientos y nuevos descubrimientos sobre la psoriasis
La doctora Dawn David nos explica que entre los tratamientos para pacientes con psoriasis se encuentran los agentes biológicos y los inhibidores de la cinasa JAK, que son nuevos fármacos que han demostrado ser eficaces para la enfermedad moderada y grave.
Johana nos explica que los primeros medicamentos que suelen darse son inmunosupresores o corticoesteroides que ayudan a disminuir los procesos inflamatorios y frenan la proliferación de ciertas células del sistema inmune, aunque hay algunos biológicos que conocen específicamente un receptor en las células que causan dicha autoinmunidad “van y lo bloquean para que estas células no puedan hacer sus efectos inflamatorios”.
Pese a estos avances tecnológicos, nos cuenta Ojeda, hay pacientes en quienes estos medicamentos funcionan a la perfección y en otros no, o que incluso tienen contraindicaciones, dependiendo si el paciente presenta alguna otra enfermedad
Células mesenquimales, una esperanza para pacientes con psoriasis
Johana Ojeda explica que desde hace cinco años se investiga la importancia de las células mesenquimales en la reducción de la inflamación que se da a consecuencia de la psoriasis.
Nuestro sistema inmune, detalla, nos defiende contra virus y bacterias; sin embargo, en los pacientes con psoriasis “también es el encargado de producir efectos de inflamación de fibrosis, de muerte celular y de recuperar otra vez el equilibrio una vez que pasa una lesión”.
Nos cuenta que las células mesenquimales tienen la capacidad de “regular, apagar o inhibir a las células del sistema inmune que se dedican a activar esos procesos de inflamación” en los pacientes con psoriasis y que el sistema inmune recupere su equilibrio.
La importancia de este estudio radica, indica la especialista, en que pacientes donde los tratamientos convencionales no han dado resultados o dejan de responder a lo largo de los años, se logró que “desaparecieron los síntomas de la enfermedad y en otros pacientes se redujeron”.
Aunque esto no se trata de una cura para la psoriasis, es una alternativa aún en investigación para pacientes donde los tratamientos no han funcionado que ofrece controlar los síntomas de la psoriasis y que mejoren su calidad de vida.
Ojeda detalla que en estudios con dichas células se ha visto cómo es que éstas se acumulan en los tejidos inflamados y ayuda a promover su regeneración a través de reclutar a otras células.
De acuerdo con la especialista, se ha visto que las células mesenquimales mandan una señal a las células que son los progenitores endoteliales, mismas que se transportan a dichos lugares donde se presenta la inflamación y descamación para hacer vasos sanguíneos; en el caso de la regeneración de tejidos se reclutan macrófagos, mismos que “se encargan de comerse” el tejido lesionado y ayudan a disminuir la inflamación.
Otra forma en que se ha visto que trabajan las células mesenquimales es que al entrar en contacto con una célula lesionada o dañada en pacientes con psoriasis éstas forman un puente para donarle a la célula dañada su mitocondria, la cual ayuda a la célula a sobrevivir a cierta lesión que haya en ese tejido.
Este tratamiento con células mesenquimales, que se aplica por vía intravenosa, aún se encuentra en ensayos clínicos, pero al pasar a fase 2 y 3 permitirá conocer con precisión cómo es que puede llevarse a la práctica clínica para que los pacientes con psoriasis puedan tener acceso a él.