Este 10 de octubre se conmemora el Día Mundial sobre la Salud Mental que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es un “estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad”.
De acuerdo con un reporte de la Organización de las Naciones Unidas, la convivencia de las personas con el Covid-19 trajo consigo un repunte en los trastornos mentales y durante el primer año de la pandemia “la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25%”, donde los países más afectados por el virus reportaron un mayor aumento de estos trastornos que afectan la salud mental.
El informe concluyó que el aumento afectó más a las mujeres que a los hombres, especialmente entre los jóvenes de 20 a 24 años.
¿Qué son los trastornos mentales?
La OMS indica que un trastorno mental “se caracteriza por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo”, que va asociado a angustia y discapacidad funcional.
¿Cómo estamos en salud mental?
De acuerdo con la OMS, en 2019 una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno mental. En México, la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado 2021 (ENBIARE) captó que 19.3% de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, mientras otro 31.3% revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.
Padecimientos comunes
La OMS detalla que los trastornos más comunes son la ansiedad y los trastornos depresivos, mismos que registraron un repunte en 2020, “debido a la pandemia” (26% depresión y 28% ansiedad).
El autocuidado y el estigma
La sociedad en que nos desenvolvemos juega un papel importante en nuestro estado de ánimo y nuestra percepción de la vida, hay ciertas “tradiciones” que nos imponen un comportamiento humano reprimiendo parte de nuestra esencia y derechos humanos, lo que desencadena en trastornos mentales que a la larga se convierten en problemas serios para salud mental.
Un ejemplo nos lo da María Elena Esparza Guevara, Maestra en Desarrollo Humano por la Ibero y fundadora de Ola Violeta AC: “En toda sociedad patriarcal, la expresión emocional está seriamente castigada y esto normaliza la invalidación de lo que sentimos. Como mujeres, dejamos de expresarlo para no ser calificadas como locas, exageras, intensas u hormonales. Y a los hombres también les afecta porque si ellos hablan de sus emociones, se les juzga como débiles; lo anterior también influye en que haya menos diagnósticos de depresión masculina”, lo que deriva en un daño a su salud mental.
Ante este panorama, la especialista nos dice que sí hay alternativas:
- Desnormalizar la violencia estructural
- Visibilizar el derecho al autocuidado y vivirlo sin culpa
- Destinar un momento del día para hacer respiración consciente puede ser de gran ayuda para aliviar la tensión
- Tener suficiente descanso
- Una alimentación adecuada
- Tiempo para uso discrecional, “que significa usarlo en lo que quieras”
Para la especialista, es necesario que cambiemos nuestra forma de entender la salud mental “que vemos desde una visión occidental de atender hasta que ya hay enfermedad” e inclinarnos más hacia la prevención, “vale la pena observar ciertas filosofías orientales que privilegian la prevención desde el cuidado cotidiano a nuestro ser, entendido en su dimensión física y emocional”.
Esparza Guevara nos recuerda que no es necesario esperar a tener síntomas de depresión o en bornout para atender tu salud mental, “desde la primera señal de que algo no se siente bien puedes actuar, pedir ayuda, nombrar lo que sientes. Muy importante hacer conciencia de que el mandato de productividad nos afecta al hacernos creer que estar ocupadas cada minuto es necesario porque si no somos flojas y esto afecta mucho nuestra salud mental”, finaliza la experta.
