El ejército británico dijo este mediodía que había iniciado una investigación tras las informaciones de que un hombre que se hacía pasar por sacerdote pasó una noche en un cuartel con soldados encargados de proteger a la reina Isabel cerca de su casa del castillo de Windsor.
El periódico The Sun informó de que al impostor se le permitió entrar en el cuartel de los Coldstream Guards sin mostrar ninguna credencial o documento identificable y posteriormente comió, bebió y compartió historias con los soldados.
La reina no se encontraba en Windsor durante el incidente, que tuvo lugar el pasado miércoles, según el periódico.
“El ejército se toma muy en serio esta violación de la seguridad y se investigará a fondo con carácter prioritario”, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa. “Este incidente forma parte de una investigación en curso y, por lo tanto, sería inapropiado hacer más comentarios en este momento”.
Los Coldstream Guards son un regimiento de infantería del ejército británico cuyas responsabilidades incluyen la función ceremonial de proteger los palacios reales.
La reina regresó de un breve descanso en su casa de Sandringham, en el este de Inglaterra, el pasado miércoles, pero el Palacio de Buckingham dijo que la monarca no estaba presente en Windsor a las 0820 GMT, la hora a la que se informó que el hombre fue escoltado desde el cuartel.
Un portavoz del palacio dijo que el incidente era un asunto del Ministerio de Defensa.
The Sun dijo que el hombre había afirmado ser un sacerdote y dijo a los oficiales que era amigo de un miembro del capellán del batallón.
A continuación se le invitó a entrar y a tomar algo, y procedió a contar un montón de “historias”, según el periódico citando una fuente.
Las sospechas sobre su identidad empezaron a surgir cuando “empezó a hablar de que había trabajado como piloto de pruebas de asientos eyectables y que le habían sustituido algunos órganos”, dijo la fuente al Sun.
Con información de Reuters.