pontífice tras el rezo del Ángelus dominical desde la ventana del Palacio Apostólico, ante cientos de fieles que le escuchaban desde la plaza de San Pedro del Vaticano.
Y agregó: “Yo querría que quedara en todos vosotros una pregunta: ‘¿Qué hago yo hoy por el pueblo ucraniano? Rezo, actúo, trato de comprender… ¿Qué hago yo por el pueblo ucraniano?’ Que cada uno se responda en el corazón”.
Francisco también denunció “el grito de dolor” que llega desde Birmania, gobernada por la junta militar y de donde los rohinyás, de etnia bengalí y fe musulmana, se han visto obligados a huir, entre otros numerosos problemas y crisis.
“Llega aún de Myanmar (Birmania) el grito de dolor de muchas personas a las que falta la asistencia humanitaria básica y que son obligadas a dejar sus casas incendiadas para escapar de la violencia”, dijo el papa.
Y añadió: “Me uno al llamamiento de los obispos de esta amada tierra para que la comunidad internacional no se olvide de la población birmana”.
“Porque la dignidad humana -reivindicó- y el derecho a la vida sean respetados, así como los lugares de culpo, los hospitales, las escuelas… Y bendigo la comunidad birmana en Italia, hoy aquí representada”, terminó.
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