En el 95 aniversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el grito de ¡Xóchitl! ¡Xóchitl! ¡Xóchitl!, retumbó en la sede nacional del tricolor, más como un grito de auxilio que como una arenga partidista.
El nombre de la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México se repitió varias veces como muestra de la realidad del PRI en las urnas: una panista, es la que puede evitar la debacle o su extinción en las próximas elecciones.
Es el tiempo de partir un pastel pequeño, luego del abandono de muchos priistas que “expulsamos por cínicos y traidores”, de acuerdo a la versión del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, de aquellos que se fueron a gobiernos de Morena y recientemente, como sus candidatos.
Se llevó a cabo una sesión solemne del Consejo Nacional de Morena en el que se entregaron reconocimientos a priistas como el exgobernador de Tamaulipas, Manuel Cavazos Lerma, quien apenas en enero de 2023 repetía que eran falsas las acusaciones en su contra por delitos federales en Estados Unidos.
“Tomás Yarrington y Eugenio Hernández (exgobernadores de Tamaulipas) son los que están en la cárcel” afirmó en esa ocasión.
Una presea más fue para Guillermo Jiménez Morales, quien en 1988, luego de ser elegido presidente de la Cámara de Diputados, regaló relojes de la marca Rolex a todos los integrantes de la entonces bancada mayoritaria del PRI.
El nieto de Jiménez Morales recibió el reconocimiento, ya que el político de 91 años de edad estuvo presente de manera virtual, al igual que el expresidente del PRI, César Camacho.
Otro reconocimiento fue para Yolanda de la Torre, quien en septiembre de 2022, siendo diputada federal presentó la iniciativa para que el Ejército siga en las calles hasta el 2028, que había anunciado el presidente López Obrador, y posteriormente obtuvo el nombramiento de magistrada presidenta del Poder Judicial en Tamaulipas.
Marcela Guerra, presidenta de la Cámara de Diputados, también recibió una presea, al igual que su compañera de bancada, Fuensanta Guerrero Esquivel.
Alejandro Moreno llegó a la celebración tricolor acompañado del Manlio Fabio Beltrones y de Aurelio Nuño, extitular de la Secretaría de Educación, 10 minutos antes de las 6:00 de la tarde.
Ambos se sentaron al lado del exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel, en primera fila, quien también tuvo acusaciones de enriquecimiento ilícito.
A Juan Pablo Sánchez Gálvez, hijo de la candidata Xóchitl Gálvez, lo dejaron a un costado del auditorio Plutarco Elías Calles, aunque su mención provocó un nuevo grito a coro de ¡Xochitl! ¡Xóchitl! Y hasta un ¡Muera Morena!
Al inicio de su intervención, Moreno Cárdenas convocó a los priistas “a defender principios” porque consideró que son el partido de la oposición antagónica y, por tanto, el enemigo número uno del gobierno federal.
“El PRI marca el pulso de la política nacional”, dijo tras enviar un saludo a los gobernadores Manolo Jiménez, de Coahuila y Esteban Villegas, de Durango, las únicas gubernaturas del tricolor.
Moreno Cárdenas volvió desmarcar al PRI de aquellos exgobernadores del tricolor que han sido encarcelados como Javier Duarte.
“Nos desalineamos de quienes hayan cometido delitos. El PRI jamás le ha fallado a México, porque los que han cometido delitos tienen nombre, apellido y credencial de elector”, aseveró.
Antes de entonar el himno nacional, los priistas comenzaron a repetir nuevamente el nombre ¡Xóchitl! ¡Xóchitl! Y corear el “oooeeeee, ooooeeee oooooeeeee ¡Xóchitl! Nombre que en las urnas del 2 de junio parece un SOS tricolor.