La explotación laboral infantil en las cadenas de suministro global se ha extendido de forma “inquietante” a todas la regiones del mundo, un fenómeno que afecta a unos 160 millones de niños, con Asia como la mayor concentración regional, según el informe “Seat & Toil” del Departamento de Trabajo de Estados Unidos difundido este jueves.
Según el informe, el trabajo infantil en la extracción de oro es el que se desarrolla en un mayor número de países (26), seguido de la fabricación de ladrillos (18), labores en los campos de caña (18), cafetales (17) y tabaco (17).
En cuanto al trabajo infantil forzado, este afecta a casi 28 millones de niños, siendo los talleres textiles los que ocupan el primer lugar, con 10 países.
Le sigue el sector de la construcción, los algodonales y la pesca, advierten los informes “2024: Lista de bienes producidos por trabajo infantil o trabajo forzado” y “2023: Hallazgos de las peores formas de trabajo infantil”.
“Estos informes brindan una guía importante a medida que trabajamos para reducir estratégicamente a nivel mundial las prácticas atroces de trabajo infantil y trabajo forzado”, explicó la secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su.
Reconoció que Estados Unidos “no es inmune” a estos abusos en medio de un aumento significativo del número de niños empleados ilegalmente en el país.
El informe también incluye varios estudios que rastrean bienes contaminados con trabajo forzado o infantil a través de complejas cadenas de suministro globales, como productos textiles de algodón de China y Vietnam, elaborados con algodón chino.
O productos azucareros vinculados al trabajo forzoso en la industria de la caña de azúcar en la República Dominicana.
Trata y explotación sexual
En cuanto a las peores formas de trabajo infantil, que afecta a 131 países, el informe incluye la trata, la servidumbre por deudas, el trabajo forzoso, el trabajo peligroso, la explotación sexual comercial y el uso de niños en conflictos armados o actividades ilícitas.
El análisis ofrece casi mil 900 recomendaciones específicas por país para acabar con estos problemas.
Las principales áreas de preocupación abarcan numerosas industrias, incluidos bienes de consumo, electrónica, indumentaria, textiles y manufactura, además de los sectores minero y metalúrgico.
Esto incluye “aluminio de China (trabajo forzoso), oro de la República Centroafricana (trabajo infantil), Chad (trabajo forzoso) o Venezuela (trabajo infantil).
Destaca el informe 12 nuevas incorporaciones de China, donde el trabajo forzoso patrocinado por el Estado en la región autónoma Uigur de Xinjiang “continúa afectando a las principales cadenas de suministro”.
Algunos minerales como el cobalto, el cobre y el zinc son producidos por niños en minas artesanales y de pequeña escala; otros minerales críticos, como el indio, se obtienen de minerales extraídos por niños, advierte el informe.
En Latinoamérica, países como Colombia, Argentina, Chile, Ecuador y México registraron “avances significativos” en 2023 contra el trabajo infantil. Perú tuvo “avances moderados”.
El Departamento del Trabajo de Estados Unidos alertó de que hay niños en México involucrados en la cosecha de productos que después se usan para elaborar drogas.
El informe alertó de que “muchos niños están también involucrados en cosechar cultivos que se usan para la producción de sustancias-amapolas para opio y heroína en México”.
El reporte también expuso que entre el 20% y el 40% de los niños trabajan en industrias como la construcción en México o Colombia.