El huracán “Beryl”, desde que se avisó impactaría la Península de Yucatán ha dejado una derrama económica importante, sobre todo para tiendas de conveniencia, de autoservicio, madererías, ferreterías y prestadores de servicios diversos.
Debido a sus posibles efectos, habitantes de Chetumal y Bacalar, desde el domingo pasado, y luego este martes y miércoles en Playa del Carmen y Cancún, comenzaron con las compras de pánico.
Debido a eso, escasearon alimentos en las tiendas, como agua embotellada, sopas instantáneas pan de caja, entre otros.
Se registró una venta excesiva de madera, cemento y productos para la construcción, para tapiar ventanas y puertas y reforzar muros.
Otros que se vieron beneficiados, fueron jardineros quienes podaron árboles y cortaron el pasto, a fin de evitar caída de ramas y troncos sobre casas y automóviles por los fuertes vientos de más de 90 km/h que se esperan.
Aquellos que rentan plantas de energía, también resultaron beneficiados en caso de irse la energía eléctrica, como también los electricistas para conectarlas.
Pero los que “hicieron su agosto en Julio”, fueron aquellos de plataformas que llevan víveres y productos de las tiendas de autoservicio a las casas, al no parar por varios días pues la gente no quiso perder horas en una caja registradora y adquirir comida.