La vacuna previno en promedio el 70% de los casos de COVID-19 en las últimas etapas de los ensayos en Gran Bretaña y Brasil, pero la tasa de éxito se elevó al 90% si la vacuna se administraba en media dosis seguida de una dosis completa y al 62% si la dosis completa se administraba dos veces, como fue el caso de la mayoría de los participantes en el estudio.
No se han confirmado casos de seguridad graves relacionados con la vacuna y fue bien tolerada en ambos regímenes de dosificación, dijo la farmacéutica.
Las acciones de AstraZeneca caían cerca de un 4%, en el camino de su peor rendimiento diario en seis meses.
Inversores percibieron los datos de eficacia como decepcionantes en comparación con los rivales. Pfizer y Moderna, que informaron que sus vacunas prevenían alrededor del 95% de los casos, habían puesto el listón del éxito por las nubes.
Sin embargo, la vacuna de AstraZeneca tiene algunas ventajas sobre las ofertas de los rivales estadounidenses.
El costo para los gobiernos se calcula en sólo unos pocos dólares por inyección, una fracción del precio de Pfizer y Moderna, que usan una tecnología menos convencional.
También puede ser transportada y almacenada a temperaturas normales de refrigerador, lo cual, según sus defensores, haría más fácil su distribución, especialmente en los países pobres, que la de Pfizer, que necesita ser enviada y almacenada a 70 grados Celsius bajo cero.
El despliegue más rápido significa que tanto los países ricos como los pobres que habían estado elaborando planes para racionar las vacunas podrán distribuirlas más ampliamente, ayudando a detener finalmente la perturbación social y económica de una pandemia que ha matado a 1.4 millones de personas.