Reuters.- Israel derribó un cohete lanzado desde la Franja de Gaza en las últimas horas, dijo el Ejército, en el primer ataque de este tipo en meses, mientras que las tensiones por un santuario en Jerusalén desataron una retórica pro-palestina de Jordania y esfuerzos de mediación de Estados Unidos.
Ninguna facción de Gaza se atribuyó la responsabilidad del cohete, que según dijo Israel fue derribado por su sistema antimisiles Cúpula de Hierro. La facción islámica palestina dominante de Gaza, Hamas, había advertido sobre represalias por la conducta israelí en torno al complejo de la mezquita Al Aqsa de Jerusalén.
Desde el viernes, el sitio, también reverenciado por los judíos como vestigio de dos templos antiguos, ha sido testigo de enfrentamientos entre palestinos y policías antidisturbios israelíes que recuerdan la violencia que ayudó a avivar una guerra en Gaza hace un año.
Los palestinos acusan a Israel de invadir Al Aqsa durante el mes sagrado musulmán del Ramadán. El Estado judío dice que los manifestantes palestinos buscan interrumpir la oración musulmana con fines políticos y evitar las visitas de los judíos, que ahora celebran la Pascua.
Las tensiones complican los lazos de seguridad de Israel con Jordania, que es el custodio de Al Aqsa y tiene una mayoría palestina.
Israel derriba cohete desde Gaza; recrudece tensión en Jerusalén
El rey Abdullah de Jordania le dijo al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que la política de Israel en Al Aqsa “socava gravemente” las posibilidades de que haga las paces con los palestinos.
Intensificando la retórica, el primer ministro jordano Bisher al-Khasawneh dijo al parlamento: “Debo elogiar (…) a los que arrojan sus piedras a todos los sionistas que profanan la mezquita de Al Aqsa con la protección del gobierno de ocupación israelí”.
Varios pasajeros resultaron heridos cuando autobuses israelíes en los que viajaban a la Ciudad Vieja de Jerusalén fueron apedreados por palestinos el domingo, dijo la policía, y agregó que los manifestantes de Al Aqsa han estado acumulando piedras para atacar a los visitantes judíos y a las fuerzas del orden.
Al menos 152 palestinos y ocho policías resultaron heridos en los alrededores de Al Aqsa durante los enfrentamientos del viernes, dijeron médicos.
“Veo con seriedad las declaraciones que culpan a Israel por la violencia a la que estamos siendo sometidos. Algunas alientan la violencia”, dijo el primer ministro israelí, Naftali Bennett, tras las declaraciones televisadas de al-Khasawneh.
“Esto sirve como premio para los incitadores, principalmente Hamas, que están tratando de encender la violencia aquí en Jerusalén”, señaló.
En Washington, el Departamento de Estado dijo que funcionarios estadounidenses participaron en llamadas telefónicas con representantes israelíes, palestinos y árabes durante el fin de semana en un esfuerzo por evitar una escalada de las tensiones en Jerusalén.