EFE.— El líder norcoreano, Kim Jong-un, instó, en su discurso para el día de la fundación nacional, a seguir perfeccionando las capacidades nucleares del país para hacer frente a la “grave amenaza” que le supone el actual entorno regional, informaron hoy martes medios estatales.
En su discurso, pronunciado el lunes en Pionyang ante destacados miembros del partido único y del gobierno, aseveró que el bloque liderado por Estados Unidos y basado en su armamento nuclear supone una grave amenaza para el país y que “la conclusión obvia es que la fuerza nuclear de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país)” y su capacidad para hacer uso de ella “deben perfeccionarse aún más”.
Kim dijo que su país está “incrementando el número de armas nucleares en progresión geométrica” y que “fortalecerá consistentemente su fuerza nuclear” tras insistir en que Corea del Norte “es un Estado con armas nucleares responsable” y que su arsenal no supone una amenaza para nadie, ya que está diseñado para defenderse de la intimidación de Washington y sus aliados.
También aseguró que su país ha tomado medidas irreversibles para prevenir en el futuro inundaciones cómo las que afectaron al noroeste del país este verano.
Inundaciones en Corea del Norte
Las inundaciones han supuesto importantes esfuerzos por parte del régimen —que ha trasladado a miles de residentes de la región noroeste temporalmente a Pionyang— para rehabilitar la zona, incluyendo el envío de cientos miles de voluntarios menores de edad para asistir en la reconstrucción de las zonas afectadas.
A su vez, Kim Jong-un se mostró satisfecho con respecto a la actividad económica en la primera mitad del año y aseguró que se prevén cosechas “bastante buenas”.
Estimaciones del banco central surcoreano apuntan a que la economía de Corea del Norte creció un 3.1% en 2023, poniendo fin a un ciclo de tres años de contracción, gracias a la mejora del sector manufacturero y a la recuperación del comercio transfronterizo con China y con Rusia, con quien ha reforzado lazos enormemente en el último año.
Pese a la aparente mejora económica, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, subrayó en un discurso pronunciado la semana pasada ante la Asamblea General las persistentes preocupaciones que plantea la seguridad alimentaria de la población del empobrecido país asiático, además de denunciar otras violaciones sistemáticas de derechos humanos por parte del régimen.