La pérdida de cabello relacionada con la alopecia androgenética afecta al cuero cabelludo e incluso algunas partes del cuerpo; sin embargo, a nivel dermatológico existen opciones para contrarrestar los daños, como los injertos capilares.
Forbes Life platicó con un grupo de expertos sobre el tema, quienes nos exponen de qué se trata este procedimiento, qué pacientes son aptos y qué seguimiento debe darse.
ABC del injerto capilar
La doctora Sara Ávila, Country Manager de Mediarte en la Ciudad de México nos detalla que los injertos capilares o de folículos se pueden hacer en la cabeza, la barba o las cejas; sin embargo, se deben considerar dos cosas antes: la pérdida del cabello y la zona donante.
Conocer la causa por la que el paciente ha perdido el cabello, la barba o las cejas es determinante para saber si son candidatos a los injertos “el implante se hace en pacientes que han perdido repentinamente el cabello en esa zona, siendo la causa principal la alopecia androgenética”.
De acuerdo con la especialista, los folículos que se toman para hacer los implantes provienen de la zona posterior de la cabeza, porque, nos explica, son más fuertes genéticamente y no se puede hacer trasplante de otra persona ya que los folículos no son compatibles, “los folículos son órganos y traen la información genética de los pacientes”, por ende hay rechazo.
Otro aspecto a considerar es el estado en que se encuentran los folículos que quedan, ya que en el caso de una alopecia muy avanzada la zona donante se vuelve más pequeña, al grado de no alcanzar a cubrir la zona afectada.
Pacientes candidatos
La especialista señala que las personas que son candidatas a injertos capilares son básicamente aquellos con alopecia androgenética; que hayan perdido cabello, barba o ceja por una herida; una quemadura; personas con algunas alopecias congénitas; personas que nacen con áreas en donde no nacieron los folículos y quienes se hayan visto afectados por alguna cirugía que haya matado al folículo.
Incluso aquellas personas que tengan enfermedades autoinmunes que sufran de inflamación en dichas zonas, “ya que esa inflamación que se produce en la piel daña el folículo”.
El resultado final tarda alrededor de un año, que es el tiempo en el que el folículo debe adaptarse y volver a crear vasos sanguíneos y unirse a la piel en donde fue implantado. Además, se debe hacer un acompañamiento en donde se da seguimiento no sólo al nuevo cabello, sino al que aún conserva el paciente, donde se ve su crecimiento para que el proceso de pérdida no siga.
Los injertos capilares por alopecia androgenética puede hacerse en el caso de los hombres desde los 22 hasta los 60 años; si se desea tapar alguna cicatriz puede ser desde los 18 años “siempre y cuando la cicatriz tenga al menos 8 meses de haberse formado”, detalla la especialista.
En el caso de las mujeres depende del diagnóstico por el cual perdieron su cabello y se puede hacer el injerto desde los 20 y hasta los 56 años, “en las mujeres afecta los cambios hormonales que ocurren cerca de la menopausia que dañan a los folículos, por esa razón es hasta los 56 años”.
Factores a considerar
Por su parte el doctor Hugo Martínez Suárez, presidente de la Sociedad Mexicana de Tricología, destaca que los injertos capilares son viables siempre y cuando el paciente sea el adecuado para recibir esos injertos capilares, ya que hay factores que juegan en contra como padecer alguna enfermedad que comprometa su circulación, que tenga algún problema en la coagulación, que sea un paciente diabético y que no esté muy bien controlado, con antecedentes de mala cicatrización. “Estos son pacientes que no son candidatos adecuados para poder llevar a cabo un injerto”.
Acompañamiento psicológico
La doctora y académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, Melisa García Meraz, indica que en cualquier tipo de procedimiento quirúrgico lo ideal es que exista una evaluación previa para detectar algún tipo de trastorno en el paciente y posteriormente debe haber un acompañamiento psicológico por parte de un especialista.
Por ello la experta considera relevante que antes de someterse a algún tipo de cambio físico-estético se tomen en cuenta aspectos como:
Determinar con antelación si padece de algún trastorno.
Consejería: Acudir con un experto que le asesorará sobre el procedimiento al que se va a someter.
Evaluación: Antes de realizar cualquier procedimiento estético acudir con un especislista para determinar si no se padece algún tipo de trastorno que pueda afectar después del procedimiento.
Si piensas en los injertos capilares como una opción para contrarrestar la calvicie, lo mejor será siempre que acudas con expertos en la materia para que deterinen su viabilidad y si es que requieres a otro grupo de especialistas.