Lionel Messi, delantero de la Selección de Argentina, habló acerca del gol que le anotó a México durante el Mundial de Qatar 2022 que abrió el camino del triunfo para la albiceleste, pero que también marcó una ruptura en su relación con la afición mexicana, que lo empezó a abuchear cada vez que enfrentó a diferentes equipos de la Liga MX vistiendo la camiseta del Inter Miami.
“No sé qué pasó con los mexicanos, de cuando arrancó esa bronca porque yo siempre me sentí muy querido por la gente de México, nunca les falté al respeto, pero ellos se pusieron en una posición de entender una rivalidad con nosotros que no existe. No existe una comparación entre Argentina y México”, indicó para el programa Simplemente Futbol.
“Ese partido fue jodido, sobre todo de la cabeza. Perdiendo ya estábamos afuera. La previa fue terrible. Era pasar rápido el momento. Que fue una desgracia nada más (perder ante Arabia Saudita) y que no había que cambiar nada. No podíamos volvernos loco por un partido. Había mucha tensión y nerviosismo contra México”, añadió.
Después de derrotar a México, todo se tornó de forma diferente para la albiceleste hasta llegar a la Final, en la que levantaron el trofeo ante Francia en un partido vibrante, resultado que a Messi le reconfortó debido a que ya había perdido la de Brasil 2014 ante Alemania en el partido por el título.
“Haber llegado a la Final contra Alemania y no ser Campeón fue una tortura para mí. Ser Campeón más tarde hace todo un poco más suave, se asimila de otra manera. Podría haber ganado dos Mundiales, pero tengo la Copa del Mundo”, sentenció.
LOS HIJOS DE MESSI
Vivir en Miami le ha dado más tiempo a Lionel Messi de estar más cerca de sus hijos, educarlos, verlos crecer y jugar futbol; sin embargo, puntualizó las cualidades que tiene cada uno para destacar dentro de los terrenos de juego.
“Están todo el día con la pelota. Es un lugar donde puedo disfrutarlos yo también, vienen todos los días a entrenar, compiten, tienen partidos. Tener la posibilidad de acompañarlos en eso es espectacular. Son muy diferentes los tres. Thiago es más pensante, organizador, mediocampista. Mateo es delantero, le gusta hacer los goles, estar cerca del arco, es inteligente para jugar. Y Ciro es más explosivo, encarador, tiene uno contra uno, es más de hacer sus jugadas”, indicó.
Y a pesar de ser considerado como el mejor jugador del mundo, indicó que sus hijos aún no lo entienden a la perfección: “Por ahí, mis hijos no valoran todo lo que hice o me verduguean con cosas, ja… Creo que se van a dar cuenta del valor con los años. Hoy no se dan cuenta de algunas cosas porque son chicos y muchas cosas no las entienden”, sentenció.