Sin unas políticas ambientales más enérgicas de las adoptadas actualmente, las emisiones de gases invernadero aumentarán más allá de 2025, lo que supondría un calentamiento global de 3,2 grados hacia 2100, cuando el objetivo es no superar los 1,5 grados, advierte esta mañana un nuevo informe de la ONU.
ONU aconseja reducir un 60% el consumo global de petróleo y un 45% el de gas
Por otra parte, el consumo global de carbón tiene que haberse reducido un 95 % a mediados de siglo con respecto a 2019, el de petróleo un 60 % y el de gas un 45 % para alcanzar la meta de que la temperatura media global no suba más de 1,5 grados centígrados, recomendó en estas horas Naciones Unidas.
Esa es una de las conclusiones del nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, centrado en las medidas de mitigación del calentamiento global y que concluye que las emisiones pueden reducirse a la mitad en 2030 si hay, entre otras cosas, cambios en el sector energético.
En el escenario más optimista, donde se logra no rebasar ese límite de los 1,5 grados (o se supera momentáneamente a mediados de siglo para bajar de ese umbral después), “casi toda la electricidad proviene de fuentes que no emiten carbono o con bajas emisiones”, destaca el texto.