No deja de ser curioso que en el año en el que Barbie batió todos los récords, fue la película más taquillera y la reflexión feminista del filme dirigido por Greta Gerwig llegó a todos los rincones del mundo, haya sido el año en los Oscar de una película tan masculina (se le criticó por sus escasos y tenues personajes femeninos) como Oppenheimer, de Christopher Nolan. Hasta Ken le ganó a Barbie en la noche de la 96 edición de los premios de la Academia de Hollywood.
Además de los siete premios para la película de Nolan (que se llevó sus dos primeros Oscar, a mejor película como coproductor, y a mejor director, al fin), bendecido por el mismísimo Steven Spielberg como el nuevo cineasta que hace cine de categoría para todos los públicos, y pertrechado por los galardones a sus chicos, Cillian Murphy y Robert Downey Jr. (divertido en su discurso recordando a su abogado, que le salvó en la cárcel), además del montaje, la fotografía y la música de Ludwig Göransson, resultó que el momentazo de la ceremonia de 2024 fue para Ryan Gosling en su interpretación de “I’m just Ken”, tema de la película Barbie, que ni siquiera necesitó ganar su premio para convertirse en el hito divertido y glamuroso (al acercarse a cantar Gosling junto a Margot Robbie y Greta Gerwig) de la velada. El ‘Barbenheimer’ del verano, esa pareja de hecho que devolvió a los espectadores al cine, en el que Barbie ganó la batalla de la taquilla, acabó en los Oscar convertido en una gran victoria de la película atómica de Nolan.
Oscar 2024 | Palmarés completo
Los esfuerzos de Jimmy Kimmel por lanzar guiños a Barbie (el primer y único sketch fue metido en la película con Margot Robbie) desde el principio de una de las mejores (y más breves) galas de los Oscar de los últimos años, además de ser la más tempranera de las que se han emitido en directo en España, se quedaron en eso. Y solo la presencia de Emma Stone con su segundo Oscar (el primero lo ganó por La la Land), dejando a Lily Gladstone, a los indios Osage y a Los asesinos de la luna de Scorsese sin premio, y los cuatro premios en total para Pobres criaturas del griego Yorgos Lanthimos, nos sacaron del poder nuclear del filme alto en testosterona (civilizada, pero testosterona) de Nolan. Hasta los desnudos fueron masculinos, con el gag en recuerdo al streaker que apareció desnudo cuando David Niven presentaba un Oscar, con John Cena presentado en cueros el Oscar al mejor vestuario.
Así, reducida Barbie a mero recuerdo bucólico estival, la nueva masculinidad fue protagonista de una ceremonia de corte clásico cuyos premios interpretativos fueron presentados cada uno por cinco grandes ganadores de sus categorías, dando mucho lustre al momento. Menos afortunado estuvo Al Pacino al presentar, en el 50 aniversario de El padrino II, el postrero premio a mejor película (un guiño a su amigo De Niro, presente por su nominación, habría estado mejor que su manera absurda de leer el premio).
Que los dos filmes triunfadores de la noche no ganasen ningún premio al mejor guion abrió mucho el abanico: el premio al guion original de Anatomía de una caída, la película francesa de Justine Triet con label de calidad desde Cannes, internacionalizó la gala, y el guion adaptado a American Fiction sirvió para que el premio a Da’Vine Joy a mejor actriz de reparto por Los que se quedan no fuese la única opción afroamericana. Los premios a La zona de interés (el mejor sonido, sensacional logro del filme, arrebatándoselo a Oppenheimer, además, y el de película internacional) dieron el tono de los discursos políticos, presentes pero medidos: el holocausto sigue siendo tema estrella para ganar un Oscar.
Jonathan Glazer sacó el tema del conflicto en Palestina, pero recordó de forma equidistante los atentados contra los israelís y habló de todas las víctimas de la deshumanización. El Oscar al mejor documental para 20 días en Mariúpol dejó las frases más rotundas de su director contra Putin, al que se sintió de nuevo con la presencia del activista muerto sospechosamente en Rusia, Navalny (protagonista del documental oscarizado el año pasado), abriendo el In Memorian. Jimmy Kimmel tuvo también su momento de repaso a Donald Trump de cara a las elecciones de noviembre en EE UU, y no olvidó en sus breves pero divertidas apariciones, las referencias a los huelguistas (guionistas, actores y, menos, directores), y todos los demás oficios (con especial protagonismo para los especialistas) detrás de las cámaras, que continúan muchos de ellos con sus reivindicaciones.
Este fue también el año de las tres nominaciones sin premio para el cine español. Las tres tenían rivales muy duros. La sociedad de la nieve, de J. A. Bayona, no pudo hacer nada frente a la mirada fría y talentosa hacia el holocausto de La zona de interés, filme de producción británica en inglés que tenía 5 nominaciones. El maquillaje y la peluquería del la película de Jota también lo tenía crudo frente a Pobres criaturas; y la encantadora Robot Dreams de Pablo Bergerse enfrentaba a la supuesta despedida del maestro Miyazaki, que olía a Oscar desde que obtuvo la nominación. Igual que Christopher Nolan y su Oppenheimer, al que el saldo de la temporada de premios había colocado como claro favorito. El núcleo fuerte de los Oscar de 2024 fue para el cineasta más atómico del siglo XXI.
Balance de los premios
Los Premios Oscar 2024 han terminado con la victoria de Oppenheimer. La película de Christopher Nolan ha sido la gran triunfadora de una gala en la que lo más recordado será la actuación de Ryan Gosling interpretando su canción de Barbie.
Oppenheimer ha ganado siete estatuillas: mejor película, mejor dirección (para Christopher Nolan), mejor actor protagonista (para Cillian Murphy), mejor actor de reparto (para Robert Downey Jr.), mejor fotografía (para Hoyte van Hoytema) y mejor música original (para Ludwig Göransson).
Pobres criaturas se ha llevado cuatro, incluida la de mejor actriz protagonista para Emma Stone. El premio de interpretación restante, mejor actriz de reparto, fue para Da’Vine Joy Randolph por Los que se quedan.