Es momento de hablar del ácido glicólico y todos los beneficios que tiene el usarlo regularmente.
Seguramente han escuchado mencionar entre Influencers, dermatólogos o hasta en la mesa de junto de tu cafecito de confianza el ácido glicólico, peeero ¿Qué tiene este ingrediente que todas quieren tenerlo en su rutina? Bueno, la verdad es que este ácido es como ese amigo que llega a tu vida, te ayuda a limpiar tu desorden (en este caso, de piel) y te deja renovada. Así que, si no lo conocen o están dudando si subirse al tren del ácido glicólico, aquí te explicamos de forma sencillita y carismática.
Primero, ¿qué es el ácido glicólico y de dónde viene?
Este ingrediente mágico pertenece a los alfahidroxiácidos, o AHA, que suena súper técnico pero en realidad significa que proviene de cosas naturales como frutas, leche, y en este caso, de la caña de azúcar. Así es, un exfoliante poderoso y rimbombante que en el fondo es primo lejano del azúcar que ponen en su café.
Lo que hace el ácido glicólico es súper cool: penetra en las capas más superficiales de la piel y, como quien barre el piso, elimina todas esas células muertas que hacen que la piel se vea opaca o con textura rara. Pero no para ahí. También estimula el colágeno, hidrata y ayuda a que otros productos se absorban mejor. Básicamente, es un multitasker de la belleza.
¿Por qué deberíamos amarlo?
Si lo usas bien, te ayuda con:
- Manchas: Ya sean por sol, acné o embarazo, el ácido glicólico trabaja para desvanecerlas poco a poco.
- Poros: ¿Sienten que esos pequeños agujeritos están tomando demasiado protagonismo en su rostro? Este ácido los minimiza y los limpia.
- Acné: Al exfoliar, deja la piel limpia y reduce los brotes.
- Líneas de expresión: Estimula la regeneración celular, por lo que ayuda a suavizar esas pequeñas arruguitas.
- Textura: Adiós a la piel áspera; hola, carita suave y luminosa.
¿Cómo usarlo sin complicarte toda la vida (y sin exageraciones, tu skincare)?
Aquí va la guía básica porque, aunque es un crack, necesita respeto:
- Empiecen poco a poco: Si es su primera vez, busquen productos con concentraciones bajas, como un tónico o sérum al 5%.
- Solo de noche: Porque al exfoliar la piel, la deja más vulnerable al sol.
- Protección solar sí o sí: Esto no es opcional, ya lo saben. Al día siguiente de usar ácido glicólico, bloqueador en cantidades generosas.
- No mezclen sin preguntar: No sean intensas y mezclen este ácido con retinol o vitamina C sin saber si su piel lo tolera. Ya saben, pongan a su dermatólogo en sus contactos de confianza y antes de hacer mezclas raras, pregunten.
¿Es para todas?
Pues casi casi que sí: desde piel grasa hasta seca. Peeero, si tienen piel súper sensible, hay que usarlo con cuidado porque podría causar irritación. Lo mejor es siempre probarlo en una pequeña zona antes de lanzarse a aplicarlo por toda la cara.
¿Dónde conseguirlo?
Literalmente, está en todos lados. Marcas de lujo, de farmacia y hasta las más accesibles tienen opciones con ácido glicólico. Puedes encontrarlo en tónicos, limpiadores, cremas y peelings caseros. Pero ojo, si quieren usar concentraciones altas (más del 10%), eso ya es terreno de dermatólogos.
¿Y los resultados?
Aquí la paciencia es clave. No esperen milagros al día siguiente, pero si lo usan constantemente, en unas dos semanas su piel comenzará a verse más luminosa y uniforme. Eso sí, sean constantes porque la magia sucede con la rutina, no con el “me lo pongo un día y me olvido una semana”.
¿Qué es mejor: ácido glicólico o retinol?
Depende de lo que busquen. Si su problema es acné o textura, el ácido glicólico es su aliado. Pero si luchan contra manchas o buscan un efecto más profundo, el retinol podría ser mejor. De cualquier forma, no tienen que elegir entre uno y otro; ambos pueden ser parte de su rutina, pero en diferentes momentos y con guía profesional.
Conclusión: El ácido glicólico es como ese producto básico que eleva cualquier rutina. Limpia, exfolia, hidrata y mejora la piel en muchos niveles. Eso sí, traten a su piel con cariño, sigan las recomendaciones, y recuerden: menos es más. Cualquier duda, comentario, intriga, preguntas y guía, acérquense a su dermatólogo de confianza. La carita es una gran carta de presentación en el mundo, trátenla con amor y cuidado.