La relocalización de las cadenas de proveedores, también llamado “nearshoring“, beneficia a México, pero no ampliará su crecimiento a mediano plazo, indicó este jueves la agencia Moody’s.
Sin embargo, “aunque el cambio traerá beneficios tangibles a sectores y estados específicos de México”, especialmente en los estados del norte cercanos a la frontera, el “nearshoring” por sí solo “no ampliará las perspectivas de crecimiento a mediano plazo del país más allá del 2% sin algunos cambios estructurales”.
En un reporte hecho público este jueves, Moody’s recordó que las tensiones geopolíticas posteriores a la pandemia están reacomodando la cadena de suministro global y modificando el panorama de fabricación global.
“Aunque algunos sectores se beneficiarán inmediatamente de las expectativas del ‘nearshoring‘, las barreras estructurales existentes limitarán el potencial del ‘nearshoring‘ para elevar por sí solo las perspectivas de crecimiento relativamente bajas de México”, apuntó.
La calificadora recordó que México “está bien posicionado frente a este reordenamiento global debido a sus ventajas geográficas, incluyendo su frontera de casi 3 mil kilómetros con Estados Unidos, así como costos laborales competitivos y acceso favorable en el Tratado con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Moody’s también apuntó que “la actual política energética del país ha dañado la confianza de los inversionistas y ha creado incertidumbres regulatorias constantes”.
Y agregó que el ‘nearshoring‘ “disminuirá una vez que las empresas establezcan un nuevo orden y tomen sus decisiones de inversión”.
En marzo, un grupo de especialistas aseguró que la economía mexicana seguiría creciendo en 2023, aunque a un menor ritmo que años anteriores, gracias a inversiones atraídas por el “nearshoring“, que compensaría el débil desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, el principal socio de negocios de México.
Con información de EFE y Reuters.