La llegada de migrantes a Ciudad Juárez se aceleró con el aplazamiento de la entrada en vigor de una parte de la ley antimigrante SB4 en Estados Unidos, que permitirá a las autoridades texanas detener y deportar inmediatamente a los migrantes a partir del próximo miércoles.
Francisco González, director de la Red de Albergues Somos Uno por Juárez, indicó que el nivel de ocupación en los albergues ha crecido hasta en 30 por ciento solo en los últimos días.
Dicha Ley debía entrar en vigor el sábado, pero la Corte Suprema estadunidense la aplazó hasta el próximo miércoles y bloqueó de forma temporal.
Agregó que con las revisiones del gobierno mexicano hacia los trenes complica la llegada de estos migrantes a Ciudad Juárez; aunque reconoció que buscan vías alternas para poder cruzar la frontera.
Dijo que hay personas en movilidad que se habían detenido en la ciudad de Chihuahua, en Gómez Palacio, en Durango, o en Torreón, en Coahuila, y con este tipo de señales deciden moverse hacia la frontera antes de que suceda otro cambio.
El director de la red De albergues Somos Uno, resaltó que ya no solo llega gente extranjera, sino que se ha incrementado el número de mexicanos que llega a la frontera para cruzar hacia Estados Unidos.
Sobre todo, detalló, de los estados de Morelos, Guerrero y Michoacán, llegando representar hasta la mitad de la población en los albergues.
México, el verdadero “monstruo de la migración”
Gustavo Rodríguez es un migrante de Venezuela entrevistado por EFE en la carretera, a 70 kilómetros de Ciudad Juárez. Rodeado de un grupo de familias de migrantes, caminó más de 350 kilómetros desde Chihuahua capital ante la imposibilidad de usar el tren para avanzar por las revisiones por autoridades mexicanas.
Dijo que la realidad en su país no representa una opción, por lo que enfrentarán, tanto los retos del camino, como las complicaciones que implique llegar y permanecer en Estados Unidos.
Por su parte, Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, sostuvo que esta ley que entrará en vigor el próximo miércoles es racista e inhumana, y que implica un peligro incluso para quienes ya tienen una estancia regular en Estados Unidos.