La policía rusa detuvo en Moscú a más de 700 personas que participaban en varias manifestaciones contra la invasión a Ucrania.
Al grito de “No a la guerra”, los manifestantes avanzaron por varias calles de la capital rusa y de otras ciudades como San Petersburgo, donde también fueron neutralizados por las fuerzas del orden.
De acuerdo con organizaciones de Derechos Humanos, también se llevaron a cabo detenciones en 51 ciudades rusas, con lo que habría cerca de 1,400 personas detenidas en todo el país.
El gobierno ruso amenazó con reprimir cualquier manifestación no autorizada que esté vinculada “con la tensa relación en materia de política extranjera”.