Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, Marian Rojas Estapé les va a explicar las rutinas vitamínicas para que a través de los hábitos diarios puedan cuidar su mente y sus emociones.
¿Qué son las rutinas vitamínicas?
Son una serie de hábitos diarios que ayudan a mejorar la salud mental y el bienestar emocional. Estas rutinas se centran en fortalecer tanto la mente como el cuerpo, permitiendo a las personas manejar el estrés, aumentar su productividad y, en última instancia, alcanzar un estado de felicidad y plenitud.
Rutinas Vitamínicas
Ordenar las ideas. Este hábito implica hacer un ejercicio de introspección, reflexionar sobre quiénes somos, cuáles son nuestras metas y conductas, y cómo podemos alinear nuestra vida con esos objetivos.
¿Qué se podemos hacer?
Reflexionar sobre quiénes somos: Dedicar tiempo a entender nuestras motivaciones, conductas y filosofías de vida. Este ejercicio de introspección nos ayuda a identificar qué aspectos de nuestra vida queremos mejorar y cómo podemos alinearnos con nuestros objetivos personales.
Priorizar nuestras metas: Establecer metas claras y dividirlas en pasos más pequeños, lo que facilita la concentración en lo verdaderamente importante. Esto reduce la sensación de caos mental y mejora el enfoque.
Evitar distracciones: Desconectar del mundo hiperconectado, pues las distracciones constantes fragmentan nuestra atención y nos impiden pensar con claridad. Aprender a gestionar el tiempo y mantener momentos de desconexión es esencial para ordenar las ideas.
Al poner en orden nuestras ideas, eliminamos la confusión mental y nos volvemos más conscientes de nuestras decisiones y acciones cotidianas.
¿Qué es el ayuno de dopamina?
Es una forma de resetear el cerebro y reducir la dependencia del placer instantáneo. La dopamina es un neurotransmisor relacionado con la recompensa y el placer, pero cuando estamos expuestos constantemente a estímulos que liberan dopamina, como las redes sociales o la comida rápida, nos volvemos adictos a la gratificación inmediata.
¿Qué podemos hacer?
Reducir los estímulos inmediatos: El primer paso es alejarse de las actividades que generan dopamina de forma rápida, como el uso excesivo del móvil, videojuegos o alimentos poco saludables. Esto ayuda a que el cerebro se reajuste a recompensas más a largo plazo.
Reforzar el autocontrol: Durante el ayuno de dopamina, es esencial trabajar la tolerancia al aburrimiento y el malestar, evitando la búsqueda constante de distracción y satisfacción inmediata.
Realizar actividades que generen bienestar a largo plazo: Sustituir las recompensas instantáneas por hábitos saludables como la lectura, el ejercicio y la meditación, que proporcionan gratificaciones más sostenibles a lo largo del tiempo.
Se vale el abrazar el dolor
El dolor es fundamental para gestionar nuestras emociones de manera saludable. Abrazar el dolor significa aceptar las emociones dolorosas y darles espacio en nuestra vida, en lugar de evitarlas o reprimirlas. Y ¿qué podemos hacer?
Aceptar el dolor: El primer paso es reconocer y aceptar el dolor, ya que resistirlo solo prolonga el sufrimiento. Abrazar el dolor implica darle espacio y tiempo para ser procesado.
Comprender su función: El dolor emocional, como el físico, tiene una función: nos alerta de que algo no está bien y que necesitamos hacer cambios. Aceptar este mensaje y permitirnos sentir el dolor es clave para sanar.
Aprender de la experiencia: En lugar de evadir el sufrimiento, es necesario verlo como una oportunidad para aprender y crecer. Es a través de momentos difíciles que podemos desarrollar resiliencia y fortaleza emocional.
Buscar ayuda cuando sea necesario: A veces, el dolor puede ser abrumador. En esos casos, es importante buscar apoyo de amigos, familia o profesionales para atravesar el proceso con compañía y guía.
Entrar en estado de flujo
Es un estado mental en el que una persona está completamente inmersa y concentrada en una actividad. Este estado ocurre cuando la tarea que realizas es desafiante pero manejable, lo que te permite enfocarte profundamente, perder la noción del tiempo y disfrutar del proceso. Es una experiencia de alta motivación que te permite rendir al máximo, obteniendo satisfacción y bienestar.
¿Qué se puede hacer?
Concentración total: El flow ocurre cuando te concentras profundamente en una actividad, lo que te permite perder la noción del tiempo y de tu entorno. Esta inmersión es clave para alcanzar el estado.
Disfrutar del proceso: En lugar de centrarse en el resultado final, el gozo radica en el proceso de la actividad en sí, lo que te mantiene enfocado y motivado.
Equilibrio entre reto y habilidad: Es fundamental que la tarea sea desafiante pero dentro de tus capacidades. Si es demasiado fácil, te aburrirás, y si es demasiado difícil, te frustrarás.
Elimina las distracciones: Desconectarse de las interrupciones externas, como notificaciones o ruidos, permite que tu mente se concentre completamente en la tarea.
El deporte y el cerebro
El ejercicio físico no solo es bueno para el cuerpo, sino también para la mente. Las actividades físicas regulares potencian la memoria, la creatividad y la capacidad de resolver problemas.
Mejora Cognitiva: El ejercicio físico potencia la función cognitiva, la memoria y la atención, previniendo el deterioro cognitivo.
Regulación del Estado de Ánimo: La actividad física aumenta la liberación de neurotransmisores, como la noradrenalina y las endorfinas, que regulan el estado de ánimo y ayudan a combatir la ansiedad y la depresión.
Estimulación del Crecimiento Neuronal: El ejercicio mejora la circulación y favorece el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro, lo que contribuye a la salud neuronal a largo plazo.
Especialista: Marian Rojas Estapé. Médico Psiquiatra, Conferencista, Escritora y Maestra. Es autora del libro Encuentra a tu persona vitamina, Cómo hacer que te pasen cosas buenas y Recupera tu mente, recupera tu vida, su nuevo libro.