La historia de América y Antonio Mohamed pintaba para ser de amor total cuando en 2014 fue anunciado como nuevo DT tras la salida de Miguel Herrera para hacerse cargo de la Selección Mexicana. En ese entonces, no había mejor opción que el Turco. Campeón con Xolos y con mucho reconocimiento en México y Sudamérica. Todo parecía viento en popa, sin embargo, pocos se imaginaban que la aventura duraría solo 1 año y terminaría con más polémica que buenos recuerdos.
Tras su primer torneo, donde fueron eliminados en Cuartos de Final con Santos, la confianza de la directiva estaba plena con Mohamed, a quien le rearmaron el plantel yen verano le trajeron a la gente que pidió. Nombres como Michael Arroyo, Pablo Aguilar, Paolo Goltz y Gonzalo Díaz, llegaron a Coapa a apuntalar el proyecto que terminaría en uno de los títulos más recordados por el americanismo.
Si bien, el plantel estaba lejos de ser el mejor, Mohamed pudo armar un equipo solido ordenado y así llegaron a la Final que le ganaron a Tigres en la cancha del Azteca, pero para esa fecha, la relación entre el DT y la directiva ya estaba rota. Encima, ya tenían arreglado a Gustavo Matosas para tomar las riendas del club y un escándalo en plena liguilla destapó toda la tensión que se vivía en Coapa.
EL VIAJE QUE EMPEZÓ TODO
En pleno torneo Apertura 2014, Antonio Mohamed recibió la invitación del Papa Francisco para acudir a un juego por la paz, con estrellas de la talla de Maradona, Messi, Zidane y muchos más. El Turco pidió permiso de asistir y aunque recibió luz verde, a la postre eso sería el comienzo del divorcio con Ricardo Peláez.
“La manera en que los dirigentes se manejaron conmigo fue la razón por la que nuestra relación falló. Les jodió que me fuera al juego por la paz, cuando ellos me habían autorizado. Claro, al principio estaba todo bien, no es que haya dejado en banda al equipo en medio de una jornada. Pero cuando les convenía, me echaban estas cosas en cara”, relata el técnico en su libro ‘Una Vida Llena De Pasiones’.
Sin embargo, lo que detonó todo fue una Fecha FIFA que se cruzó justo en la última jornada de la Liga MX, donde se paró el futbol local y Mohamed aprovechó para viajar a Argentina el fin de semana y a su vuelta se pudrió todo, según sus propias palabras.
HACER QUEDAR EN RIDICULO A YON DE LUISA COSTÓ TODO
Para el regreso de esa Fecha FIFA, los jugadores había pedido permiso de entrenar el lunes por la tarde y no por la mañana, para poder descansar el fin de semana completo, algo que Mohamed vio bien y que incluso él mismo se tomó, ya que no fue ese lunes a entrenar.
El problema es que ni Ricardo Peláez, ni Yon de Luisa, en ese entonces, director deportivo y presidente, respectivamente, sabían. Entonces llegaron como todos los días a primera hora y vieron el club vacío. Además, llegaron con hombres vestidos de negro, presuntamente visores o socios comerciales, pero no había absolutamente nadie.
“Yon de Luisa abrió el portón y ni el loro estaba. Había ido con un montón de empresarios y quedó como un pelotudo. Le agarró un ataque de locura y me esperó ese día y encima yo ni fuí, solo fueron los profes. Al siguiente día ni me dirigieron la palabra y a partir de ahí cambió todo. Fue imposible volver a entablar una relación”.
Por si fuera poco, en la Liguilla llegó el escándalo y la separación de Paul Aguilar y aunque el equipo terminó Campeón y con un abrazo del Turco con Emilio Azcárraga en medio de la cancha, al siguiente día fue a recoger sus cosas a Coapa y se fue con una declaración que pasó a la historia.