La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) afirmó que los ciudadanos deben unirse, ser ejemplo en la familia y conscientes, tomar las mejores prácticas y las experiencias exitosas, y alzar la voz ante las injusticias para frenar la muerte de 80 vidas al día por la violencia en México.
“Hablar de que este es el sexenio más violento de la historia de nuestro país no debe ser sinónimo ni de normalizar la violencia ni de asumir cada homicidio o delito como una cifra, pues detrás de estas afirmaciones están vidas perdidas, dañadas o rotas”, manifestó el sindicato patronal.
El organismo empresarial dijo que México ya no puede seguir bajo la misma ruta de violencia desbordada, por lo que durante el Encuentro entre Empresarios y Obispos, que se celebró el 3 de julio de 2023, una estrategia se acordó que como sociedad no podemos quedarnos cruzados de brazos.
Coparmex recordó que la reunión para hablar sobre las estrategias para frenar la violencia fue convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Confederación USEM, el ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara.
Los empresarios y obispos afirmaron que México vive una crisis, por lo que no podemos ni debemos tapar el sol con un dedo a la violencia y se deben adoptar cada una de las sugerencias.
¿Qué hacer?
- Ser conscientes de lo que está en nuestras manos poder cambiar: Qué más quisiéramos que impedir un asesinato, pero está en nuestras manos cambiar conductas que se traducen en violencia o en injusticias en nuestro día a día, en nuestro trabajo, en nuestra colonia, en nuestro propio hogar.
- Ser ejemplo en nuestra familia y entorno: Eduquemos a nuestros hijos y formemos a nuestros colaboradores en valores y con el ejemplo. Nada es más poderoso.
- Ayudar, ayudar y ayudar: Es el mecanismo más eficaz de procurar justicia, ayudémonos unos a otros, no seamos indiferentes. Ayudar es lo más gratificante que existe.
- Tomar como ejemplo las mejores prácticas y las experiencias exitosas; por ejemplo en Yucatán con la conformación de un cuerpo de policía profesionales y con elementos bien pagados que garantice el bienestar de ellos y sus familias, o la coordinación regional en La Laguna para perseguir delitos en los estados de Durango y Coahuila; o la implementación de los Centros de Integración Ciudadana en 10 ciudades del país, sólo por mencionar algunas iniciativas.
- Alzar la voz ante las injusticias: En Coparmex desde hoy nos sumaremos al Diálogo Nacional por la Paz al que han convocado los Jesuitas y que tendrá lugar del 21 al 23 de septiembre en la ciudad de Puebla. Queremos desde las empresas ser parte del cambio y aportar nuestro granito de arena.
- Unirnos: Basta ya de polarización y de discursos de odio. Antes que cualquier filiación política somos hermanos y somos mexicanos. Nos distinguimos por ser uno de los pueblos más solidarios del mundo ante los desastres naturales, ¿Por qué no unirnos ante este desastre humanitario que hoy enfrentamos y que ha teñido de sangre nuestras calles?
“La incesante y creciente violencia que vivimos a lo largo y ancho del país, las muertes y desapariciones de tantas personas, el impacto del crimen organizado, la migración forzada, la extorsión, la conflictividad social y política, son signos de una crisis que nos ha robado la tranquilidad a todos”, expresó la institución empresarial dirigida por José Medina Mora Icaza.
Agregó que en las últimas semanas pareciera haberse perdido el control, ya que se ataca a funcionarios públicos, se cometen masacres, se asesina periodistas, se usan minas explosivas, se quita la vida a líderes sociales o se revelan acercamientos entre personajes de la delincuencia con autoridades.
“Se ha descompuesto nuestro tejido social ante lo cual los obispos y empresarios de México reconocemos que estamos llamados a ser promotores de paz, a caminar juntos y a ser agentes del cambio en nuestras comunidades”.
La Confederación Patronal de la República Mexicana aseguró que las autoridades no pueden solas, por lo que la sociedad y las familias tienen mucho qué hacer.
“La justicia y la paz no se entienden la una sin la otra; procurar la justicia significa darle a cada uno lo que le corresponde”, afirmó.
Añadió que quien trabaja, por ejemplo, merece un ingreso justo que permita vivir con dignidad a esa persona y su familia: “Hoy, es claro que muchos jóvenes no identifican con facilidad ese modo honesto y digno de vivir, y los incentivos a sumarse al crimen organizado parecieran mayores pese a los riesgos que implica”.
“Si bien la impunidad es otro enorme aliciente, la falta de oportunidades para educarse, trabajar y contar con un salario digno son otro desafío. Es claro que una parte de la responsabilidad recae en la autoridad, pero otra muy importante en la sociedad”, añadió la Coparmex.
La paz necesariamente pasa por la impartición de la justicia, así como por un Estado de Derecho que sustente y asegure un orden justo para todos, y restablezca las condiciones indispensables de legalidad y transparencia, que nos permitan avanzar hacia una realidad distinta y mejor, concluyó.