Fueron vinculados por un juez los cuatro soldados detenidos como presuntos responsables del asesinato de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Los delitos de los que se les acusa son homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.
Eduardo Javier Sáenz Torres, juez del Centro de Justicia Penal Federal de Reynosa, Tamaulipas, ratificó la prisión preventiva oficiosa contra los militares, por lo tanto, continuarán presos en el Campo Militar 1-A.
Como se recordará, el pasado 26 de febrero militares accionaron sus armas de fuego en contra de una camioneta, lo que dejó un saldo de cinco jóvenes asesinados, uno lesionado y uno más ileso.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) justificó que el accionar de los soldados se dio tras una persecución y el sonar de un estruendo, al tiempo que detalló que se abrieron carpetas de investigación por autoridades de justicia civiles y militares.
Sin embargo, a mediados de marzo pasado, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración del Gobierno mexicano, Alejandro Encinas, informó que los jóvenes no estaban armados y no se enfrentaron a los miembros de las Fuerzas Armadas, por lo que su muerte pudo tratarse de una ejecución.
El secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval, propuso que interviniera la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para que se investigue el caso; incluso las autoridades militares ayudan en la investigación para que, si resultan responsables los miembros del Ejército, sean castigados.